8 años.

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Luke admiraba la casa de la doctora, esa tarde la psicóloga de Luke le había dicho que lo atendería en su casa, y no en el hospital como era costumbre, así que sin más se encontraba sentado en una sala con sillones negros y retratos familiares en las paredes.

Su madre pasaría a recogerlo más tarde, y el rubio se sintió tranquilo, de que esta vez no estaría en terapia con él, era incómodo hablar con la doctora, cuando había más gente alrededor.

-¿Cómo has estado Luke?- Preguntó la doctora, mientras Luke caminaba de una esquina a otra, mirando las fotografías.

El pequeño niño de 8 años, tenía que ponerse de puntitas para alcanzar a mirar las fotografías.

-Bien, supongo, no se. -Contesto sin ganas, siempre solían iniciar la terapia con aquella pregunta.

Un gritó atravesó las paredes de la habitación, y Luke se tapó los oídos con fuerza.

-Ahora vuelvo, Luke.

La doctora salió del consultorio, y Luke se recostó en el sillón, mientras cerraba los ojos lentamente.

-¿Quien eres? -Una voz al otro lado de la habitación hizo que Luke se parará rápidamente y con nervios miro al chico castaño que estaba enfrente de él.

-¿Quién eres tú?-Preguntó Luke con irritabilidad, detestaba a las personas que siempre parecían estar felices.

-Ashton. -Respondió el pequeño niño feliz, y una enorme sonrisa invadió su rostro. -¿Cómo te llamas tú? ¿Vienes con mi mamá? ¿Estas loco o algo así? Ella nunca trae pacientes aquí ¿Que es lo que tienes?

El pequeño niño de pelo castaño y ojos miel, brincoteaba por toda la habitación y Luke quería amarrarlo a una silla, taparle la boca y anestesiarlo.

-Juguemos un juego. -Habló nuevamente Luke, con un tono frío y le lanzó un mirada de odio a Ashton. -Quien se quede más tiempo en silencio gana.

-Me agradas. -Susurro Ashton mientras se quedaba callado a lado de Luke.

Los pies de los pequeños niños no alcanzaban el suelo.

Luke pensó en que nunca nadie la había dicho que le agradaba.

-Tengo trastorno límite de personalidad. -Confesó el pequeño con las mejillas sonrosadas y la cabeza cabizbaja -La gente nunca suele estar conmigo mucho tiempo por eso.

-Bueno no se que sea eso pero... prometo quedarme contigo siempre.

Borderline | lashtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora