Cap 3: ¿Una coincidencia?

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No podía creer lo que estaba considerando hacer.

Pensó Gustabo, observando la gran mancha oscura en el suelo de madera del diminuto baño. Por el momento no se molestaría en taparla, daba igual y le daba pereza, pero no podía dejar de mirar desde su lugar sentado en el borde de la cama.

No hacía mucho se despertó, después de una buenas y necesarias ocho horas de sueño sin sueños, aunque ya eran las cinco de la tarde. Tomó un sorbo del café amargo, sin despegar el ojo y rebotando la pierna.

Finalmente mandó a la mierda todo, ya que, por más estúpido que fuera lo que estaba a punto de hacer, nadie más que él tenía que saberlo. Dejó la taza llena hasta la mitad en la mesita a su lado y tomó su teléfono, desbloqueándolo.

Rápidamente y algo avergonzado, buscó inmortalidad en Google.

Revisó por encima definiciones de wikis, descartando cualquier índole religiosa; leyó un poco de algunas publicaciones de científicos que decían alcanzar la inmortalidad dentro de poco, pero esta solo se referiría a la edad; pasó páginas y páginas de la búsqueda, hasta que por ahí por la cuarenta de un montón de sitios que decían básicamente lo mismo, con alguna novela aquí y allá, encontró un título que le llamó la atención.

Trabajo de ritual 3/5

Debajo del título, el buscador marcó que en la página se utilizó la palabra "inmortalidad".

Lo pulsó de una y entró en lo que parecía ser un blog, abriendo la página de aspecto cutre y antiguo, con un tema azul suave. No tenía idea de que red social era esa, probablemente una de esas que fracasaron. Revisó rapidamente la fecha y jadeó al leer 5 de Mayo de 2003 pequeño debajo del título. Bajó y leyó...

Su corazón se aceleró de repente, sus pelos se erizaron y sintió músculos tensarse; un escalofrío de puro terror le recorrió la columna vertebral. ¿Una coincidencia...? ¿Cómo podría serlo? Parecía que se le había bugeado la puta mente, no entendía nada.

Se frotó los ojos, brusco, y volvió a leer el texto apenas las manchas en su visión se disiparon, pero no, ahí estaba escrito exactamente lo mismo.

En la pantalla yacían las palabras...

Estos días he tenido mi mayor reto desde que entré en la profesión. He tenido que averiguar cómo expulsar un demonio del cuerpo de un hombre.

Descubrí que el precio de la inmortalidad es alojar al ser denominado "Pogo".

Fue exitoso.

Soltó el teléfono, dejándolo caer al suelo con un preocupante sonido de golpe, pero en ese momento solo se concentró en buscar en su mesita el pequeño frasco de antipsicóticos y apurarse a tragar un par. Todo esto apenas razonando consigo mismo, pues ya había tenido la dosis y no había razón para pensar que Pogo estaba tomando control sobre él.

Después de un minuto de estar quieto, se agachó lentamente y, con la mano temblorosa, tomó el móvil. La pantalla se había quebrado un poco, pero aún funcionaba. Volvió a leer el blog, esta vez más calmado pero no menos shockeado; decidió revisar muy bien todo antes de sacar conclusiones fantasiosas.

El blog tenía un total de dos me gusta, sin comentarios. Entró en el perfil, de nombre Tati15, y revisó sus otras publicaciones, molestándose de lo poco práctico y aún menos intuitivo de la red social. La persona parecía usar su cuenta más que nada como un diario personal, hablando de sus salidas personales y reuniones familiares.

Por lo que consiguió de estos blogs, era una mujer anciana, pero con una vida social decente. También tenía varios hablando superficialmente de rituales y su trabajo haciéndolos por dinero. Ninguna publicación incluía fotos y todas eran bastante breves.

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