Jungkook miró por la ventana. A fuera el día era soleado, solo unas cuantas nubes grises manchando el cielo azul. Recordó momentáneamente la noche anterior, la tormenta empapando las ventanas, Jimin dormido sobre el brazo del sofá y el sonido de la película que veían reproduciéndose muy muy lejos. El hombre delante de él seguía observándolo, habían tenido esta conversación tantas veces. Jungkook se sentaba en la cómoda silla de madera, se acomodaba en el acolchado y sonreía. El doctor Oh se quedaba quieto sin decir nada hasta que Jeon soltaba un pesado suspiro y comenzaba a hablar. Sehun ya lo conocía, sabía que asistía a cada sesión porque habían pasado años desde la última vez que se había permitido ser irresponsable consigo mismo, desde la última vez que había permitido que sus problemas afectaran al resto de personas que lo rodeaban.
-¿Entonces? -preguntó el mayor mientras Jungkook aún parecía perdido mirando por la ventana. Jeon se volteó con el rostro apacible. Él estaba bien. Todo estaba yendo malditamente bien. Pero...
-Todo está genial -respondió esbozando una sonrisa-. Tomó mis medicinas a tiempo, hago ejercicio, como saludable. Ya sabes, soy el epitome de un adulto funcional.
Sehun enarcó una ceja, incrédulo. El castaño había pasado varias sesiones tanteando el terreno, intentando descubrir cuando tirar y cuando soltar. Había parecido inútil una vez que se dio cuenta que Jungkook no quería estar ahí, que no quería un psiquiatra. Él quería hacerlo bien, por supuesto, quería estar saludable, quería ser un buen esposo, un buen amigo, un buen maestro, pero no quería estar ahí. Jungkook quería estar en el salón de baile, viendo a los niños correr y saltar por todas partes. Quería estar en su estudio, llenando los lienzos de colores brillantes. Él quería acurrucarse con Jimin hasta que el dolor de su pecho dejara de quemar. Pero sabía que para poder hacer todo lo que amaba necesitaba estar ahí, necesitaba visitar a Sehun cada tanto, porque de lo contrario acabaría apagándose poco a poco hasta perderse, hasta hacer algo que lastimaría a Jimin.
-Lo estoy intentando -dijo después de que estuvieron un rato en silencio. El doctor Oh no lo estaba juzgando, nunca lo hacía y no era su trabajo hacerlo, no lo estaba orillando a hablar si él no quería, pero se sentía ridículo pagar una sesión solo para quedarse sentado en silencio-. Sabes que lo estoy intentando. Odio la medición y odio la terapia, pero tengo que hacerlo porque es lo correcto para mí, para Jimin y para...
El menor se calló de pronto, enfocándose esta vez en las plantas detrás de Sehun. Ah, él realmente no quería hablar de eso. Había tratado. Él de verdad había intentado no sentirse culpable, había intentado creer las palabras de Jimin, pero cada vez que veía esa habitación vacía, la hermosa habitación que Jimin había decorado, no podía evitar recordar las palabras de la trabajadora social. "No estás capacitado para ser padre. No aún". Y había dolido. Había dolido tanto porque él estaba trabajando, él estaba tomando su medicación, salía a trotar todas las mañanas, dejaba el estudio de danza a una hora prudente y comía saludable todos los días, incluso los días en que no era capaz de tragar.
-¿Cuándo pueden volver a apelar? -Jungkook dudó unos segundos mientras se miraba las manos.
-Bueno, ha pasado un mes desde que nos negaron la solicitud, así que dentro de cinco meses. Y después otros seis meses para que procesen la nueva solicitud.
El castaño asintió. Un mes. El tiempo había pasado rápido desde entonces. La fachada de Jungkook se había caído muchas veces, pero nunca como en ese momento. Él había llamado voluntariamente a Sehun en medio de una clase de danza, le costaba respirar y todo comenzaba a volverse borroso, el pecho le dolía y no podía moverse, el corazón saltándole en los oídos. No había sido un buen día en lo absoluto, pero Sehun había estado tranquilo, porque ahora tenía la certeza de que cuando las cosas comenzaran a volverse feas Jungkook recurriría a él, y entonces él podría ayudarlo a navegar a través de la bruma.
-Entonces tienes casi un año para estabilizarte. -Jungkook rio sin gracia, apartando una vez más la vista.
-No he logrado estabilizarme del todo en años. Lo único que tengo es casi un año para ver a Jimin acumular más esperanzas, tener una nueva recaída y arruinarlo otra vez. Porque eso es lo único que hago, cometer un error tras otro.
-No tiene porqué ser así. Sabes que te convenciste de que estás en un circulo vicioso cuando no es así. Tú lo dijiste eres un adulto responsable.
Jeon tragó saliva sin mirar al castaño, intentando que el pecho dejara de pesarle. Cada vez que hablaban de esto él no podía dejar de pensar en la expresión rota de Jimin, en sus ojos llorosos, en las noches que pasaba en la habitación que había preparado para su bebé. Era horrible. Ver a Jimin triste era horrible, porque el hombre que lo había elegido hace unos años delante del altar simplemente se convertía en un cumulo de palabras ásperas y dolidas. El suspiro que soltó Sehun pareció llenar todo el cuarto.
-Tal vez -comenzó hablando despacio, como si no quisiera asustar a Jungkook-, tal vez deberías decirle a Jimin que no quieres convertirte en padre aún.
Jungkook bajó la vista a sus zapatos. Los ojos comenzaban a arderle, el sudor en sus manos acumulándose.
-Él quiere una familia. No puedo negarle eso.
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DADDY: We Never Change | Jikook
FanfictionHan pasado diez años desde que Jungkook y Jimin abandonaron Seúl, pero ¿por qué la situación parece ir en picada? Segunda parte de DADDY