En el campo de batalla

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Deep Space Isekai

Capítulo 1: En el campo de batalla

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Un zumbido apenas perceptible rompía la monotonía silenciosa de un corredor claustrofóbico. Pequeñas luces que nada iluminaban, salían de las paredes indicando desconocidos datos.

Tal quietud fue profanada con violencia por descargas de metralla, aunque esta era extraña al no ser compuesta por plomo o metal alguno, sino energía destinada a quemar, terminar la vida.

Los disparos se incrementaron, las paredes resintieron los impactos mostrando rosas negras donde antes había una impoluta superficie.

Más figuras se hicieron presentes: soldados de figura extraña o tal vez su bizarra apariencia se debía a las extrañas armaduras que vestían. No se les distinguió el rostro, lo mismo que a sus perseguidores que llevaban esos cascos angulares de protuberante circunferencia craneal.

Las cortas varas de luz declaraban agresión de esas armas ya sea de a dos o una mano. Varios cayeron por ambos lados; el sonido inconfundible de carne viva cauterizada al instante y su fétido olor, precedía siempre a uno de esos pobres diablos cayendo al suelo para no incorporarse, al menos en esta vida.

La persecución, la huida, transcurrió por corredores estrechos y mal iluminados. La muerte con esos colores multicolores que les pasaban rozando fue la única que iluminó ese gigantesco laberinto parecido a una conejera hecha de metal frío en vez de tierra polvorienta.

Pero como todo laberinto, se llega tarde o temprano a un final o en este caso a un corredor sin salida, amplio, pero no vacío por ser extraña maquinaria móvil la estacionada en esa enorme oquedad que antes se asemejó a un mausoleo debido a las sombras y la quietud.

El ruido del caos fue superior a cualquier voz de esos extraños soldados del tamaño de niños pequeños y no se pudo percibir con la claridad suficiente cualquier plegaria o maldición.

Las cámaras trasladaron al instante a monitores semitransparentes que flotaban en el aire, las imágenes de la mortal refriega. Un rostro cubierto se acercó, levantó el visor y gesticuló alguna orden que no fue escuchada por nadie, no importaba, de alguna manera su imperante requerimiento hizo eco.

Luces más fuertes denotaban una situación de alarma, lo mismo que el ruido estrepitoso de una clara advertencia para no estar en ese lugar.

Varios quisieron salir, pero las salidas estaban bloqueadas, golpearon con sus puños y las culatas de sus armas, incluso dispararon en un fútil intento de escapar a la muerte que se reveló como las gigantescas fauces de una pared que se abría.

La enorme compuerta se abrió y el aire fue succionado con fuerza bestial hacia el seno mismo de la vacuidad. No importó cuanto lloraran, no importó cuanto gritaran, tampoco valió algo el esfuerzo de músculos por asirse a algo, todos fueron tragados por el exterior.

Se cerró la compuerta y tanto las luces como los pitidos de emergencia cesaron. Las cámaras mostraron quietud y los monitores se retrajeron hasta formar un pixel indetectable en el aire.

Una mente formada por circuitos integrados en vez de células cerebrales hizo cálculos más rápidos que cualquier sinapsis cerebral. De un colosal gigante salieron paridos huevos metálicos cuya velocidad pronto trajo el calor a esos receptáculos curiosos de tecnología desconocida, la fricción con la atmósfera no hizo eclosionar nada y nada se derritió, tampoco cosa alguna se quebró o rompió al aterrizar esos huevos de metal en la superficie de un planeta primitivo a comparación del que venían las maravillas citadas.

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No sintieron frío pese a la mordedura del sopló otoñal tan temprano en la mañana, pese a que la mayoría vestía prendas de hierro y remaches que invitaban a la quemadura por frío. Nadie tiritó o castañeó los dientes debido al calor de la marcha forzada que tenía un único fin: la guerra.

iseaki : Deep Space Isekai (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora