Final...

20 1 0
                                    

La muerte, oh dulce y funesta muerte…
Te llevas en tus brazos a los que ya no deben, estar aquí.
Es increíble como atacas, en la profunda noche, y a quienes menos la esperan. Destruyes a cualquier hora, día y lugar, no tienes género ni edad preferida, sólo te llevas,
los escogidos.

Podemos decir que son afortunadas las personas que se van,
ya no tienen que estar en este mísero camino
que es muy duro en ciertas ocasiones.
Pero tal vez, solo tal vez, las personas muertas,
no son las que mueren,
simplemente se van a un lugar como quieras llamarlo, y,
en realidad,
somos nosotros los que morimos con ellos.

Nadie te podrá devolver esa persona, se fue,
no volverá,
y entonces sólo nos queda ir a alcanzarlas…
No importa género ni edad, repito.
Ni cantidad de dolor que nos hacen sentir esos momentos.
Todos luchan diferente, el dolor es diferente.
Es increíble porque, a veces,
no duele,
otras, mejor no hablemos.
Pero la muerte está allí, 
no la olvides, como yo,
porque te sorprende cuando menos esperes.

Esto va dedicado a mi abuela y los jóvenes que murieron en un ataque en Santiago, Republica Dominicana.
"Ninguno merecía morir".

Cartas a la memoria...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora