IV. Madness Bite

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Una pesadez, lánguida y neblinosa, se extendía por todo su cuerpo, párpados y mente.

SeongHwa apenas lograba procesar quien era él, dónde estaba y que debía hacer. Simplemente se sentía como una masa deforme, envuelto entre mantas, muy cómodo y enterrado profundamente en un calor que lo hacía no querer despertar jamás.

Era agradable, una sensación que pocas veces había podido disfrutar.

Estaba acostumbrado a la rigidez. A cumplir horarios estrictos, el despertador sonando, él iniciando su habitual rutina, una que ahora... carecía de sentido. Esas obligaciones pareciendo lejanas y burdas.

¡No seas holgazán!

Abrió los ojos con espanto. SeongHwa sintió que todo le daba vueltas ante el abrupto despertar, la voz femenina gritando en su cabeza, siendo la causante de que no pudiera continuar su perezoso sueño.

Una voz imaginaria, creada tal vez por la culpa. Su subconsciente alarmándolo con lo que, alguna vez, fue el llamado que recibió de pequeño cuando no quería levantarse para ir a la escuela. O estudiar. O cumplir un horario predeterminado, donde permanecer unos minutos más, descansando, no era una opción. SeongHwa se pasó la mano por la cara intentado quitarse la inquietante sensación que esa voz había dejado en su interior, al mismo tiempo que buscaba borrar la bruma del sueño.

Con gesto cansino, se vio a sí mismo. Efectivamente estaba enredado entre las mantas de su cama, en una posición que se le hacía bastante cómoda, pero de la cual debía salir. No podía quedarse eternamente ahí, holgazaneando.

Haciéndose del ánimo, salió con gesto pesado, las sábanas quedando a un lado mientras él se levantaba, todo su cuerpo quejándose ante el movimiento. Se sintió igual que un abuelo, lleno de tirones, especialmente en su espalda baja, un dolor que apenas procesó debidamente por lo cansado que estaba. Su agotamiento era mayor a cualquier preocupación.

Al salir de su habitación, no fue recibido por Ares, así que aprovechando que el can no había notado su presencia, se desvió al baño. Se asearía antes de ir a la sala de estar.

Chasqueando la lengua, la garganta sintiéndola especialmente seca y rasposa, encendió la luz del baño al tiempo que cerraba la puerta tras de sí. Volteándose, le hizo frente al espejo del lavamanos.

- ¡¿Pero qué...?! – exclamó sin poder contenerse, sus ojos somnolientos cambiando a desorbitados cuando se vio reflejado.

No eran las ojeras bajo sus ojos lo que llamó su atención. Tampoco sus rasgos cansados a los que, básicamente, ya estaba acostumbrado. Fue su cuello, pecho y abdomen lo que lo dejó completamente perplejo.

Estaban llenos de marcas.

Su pálida piel era opacada y en cambio, era marcada por todas partes con moretones de diferentes tamaños, unos pequeños y otros más grandes. Algunos tenían formas irregulares, producto de la presión de unos labios. Otros parecían haber sido por la fuerza de unos dedos y unos cuantos provocados por...

- ¿Dientes? – susurró alarmado tocando uno donde las marcas dentadas eran evidentes. Tan pronto sus dedos lo rozaron, se alejaron como si lo quemara.

Con ojos inquietos, SeongHwa pasó a recorrer todo su reflejo otra vez.

¿Acaso, eso en su pecho, eran rasguños?

Los recuerdos de la noche pasada se agolparon en su cabeza de una, mareándolo, SeongHwa teniendo que apoyar las manos en el lavamanos para no terminar cayendo contra el piso.

Conmocionado, repasó cada evento. Su cara subió a tonalidades cada vez más rojizas al recordarse a sí mismo gritando, como un poseso, mientras HongJoong...

Guilty Night [SeongJoong |+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora