Epilogo

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El alba despuntaba, como siempre. Y tal como el sol se asomaba por la montaña, era el sentimiento que crecía en su pecho. Uno que creyó muerto por mucho tiempo, y sin embargo, ahí aparecía.

Sin falta.

De brazos cruzados, la brisa soplando contra su cara, HongJoong observaba las cortinas de aquella habitación, abrirse. Exactas. Siempre a la misma hora.

SeongHwa nunca se equivocaba.

Vio su pálida tez asomarse efímeramente por la ventana, antes de desaparecer. Seguramente iría a lavarse los dientes y luego hacerse el desayuno. Ya tenía su rutina pegada en el cerebro. Siempre lo mismo, nunca algo distinto.

Sus dedos a veces cosquilleaban por ir a mover un poco esa rutina. Sin embargo, tan pronto lo sentía, de igual forma lo apagaba.

HongJoong no se arrepentía de su decisión. O no al menos cuando vio que el desnutrido cuerpo de SeongHwa tomaba consistencia, poco a poco. No era mucho, después de todo solo habían pasado un par de meses desde que lo había dejado, pero iba recuperándose.

Iba recuperando el tono de la vida en él.

Y por muy raro que fuera, eso lo calmaba.

Era curioso. Tal como SeongHwa había expresado tranquilidad cuando dejó a su perro Ares con una nueva familia, HongJoong tenía el mismo sentimiento después de haberle devuelto a SeongHwa su vida, dejándosela entre sus manos otra vez.

"Se veía feliz con su nueva familia". Esas eran las palabras que SeongHwa había usado al llegar a su departamento vacío, el humano teniendo una mirada nostálgica mientras HongJoong lo observaba desde las sombras, esperando en ese entonces su llamado.

Asumía, que esa era la expresión que debía tener ahora, al ver a SeongHwa desde lejos. Nostálgica.

También pensar que SeongHwa estaba mejor sin él. No solo porque le había regresado su vida, sino también, porque indirectamente estaba ayudando a que mejorara...

- ¿Cómo está?

Su pregunta pareció volar por unos segundos en el aire y que nadie la contestaría. Sin embargo, HongJoong había captado esa nueva presencia a su espalda, su divinidad siéndole conocida.

- No muy diferente a como estaba ayer

- ¿Estás seguro que estás haciendo bien tu trabajo? – gruñó HongJoong volteando a verlo, San observándolo con cierta dureza en la mirada.

- Soy un ángel, sé bien mi labor

- Espero que lo hagas mejor que con WooYoung

- ¿Piensas seguir reprochándomelo?

- Es por eso que estas aquí, ¿no?

Los verdes ojos de San brillaron con algo similar al dolor y resentimiento, pero no dijo nada.

Tal como HongJoong lo había ayudado con WooYoung, él prestaba ahora sus servicios de ángel guardián para aquel humano, por petición del demonio. Cuál era su relación, lo desconocía. Como también por qué le había hecho tal pedido. Solo sabía que debía cuidar y guiar al humano en su recuperación, primero de su salud y luego de sobrellevar esa obsesión por la pulcritud.

También tenía que informarle al demonio sobre sus avances. Cada día.

- Sino te conociera mejor, diría que estas enamorado...- espetó de repente, llevado por su línea de pensamiento, HongJoong ya habiéndole dado la espalda una vez más.

Por lo mismo, es que vio sus hombros tensándose, antes de que este soltara una carcajada.

- Enamorado, ¿eh? - rio otra vez – No me compares contigo. No soy un ingenuo ángel que se sacrifica con su amor puro, corriendo todos los riegos posibles, para salvar a su corrompido humano

- ¿Y qué eres entonces?

- Un demonio que corrige un error

Por un instante, una suave brisa los envolvió. San dejó que el viento le desordenara el rubio cabello mientras seguía viendo la espalda de aquel demonio. Erguido y orgulloso, pero sin llegar a ser pedante, sino más bien noble.

- ¿Sabes? Te equivocas en una cosa. El amor más puro no es el que se sacrifica por otro, sino el que deja ir a quien ama cuando sabe que le hace daño, aun contra su propio deseo

HongJoong sonrió a medias.

- Si ese es el amor más puro, entonces apesta bastante – respondió, su ironía siendo débil, una fachada contra la hipocresía de la vida.

Porque él era un demonio.

Un demonio que había jugado con fuego hasta quemarse, su mano ahora enguatada siendo prueba de ello.

El calor de la lujuria lo había abrasado, al igual que el egoísmo de la codicia, y ahora simplemente pagaba por ello.

Amor ¡Ja!

Si lo suyo fue amor, no fue puro como San quería idealizarlo, sino lo contrario. Destructor y mortífero, igual que el veneno. Una mierda.

Un amor retorcido. Nacido tal vez cuando, ingenuamente, besó al ángel esperando corromperlo con la lujuria, pero sin recaer en las consecuencias. En darse cuenta que al besarlo, el ángel le había transmitido la capacidad de querer. Un cambio accidental que lo había terminado perjudicando.

Porque un demonio no puede amar. No cuando solo sabe destruir.

Tal como había hecho con SeongHwa.

- Si lo amé, fue el amor más egoísta de todos – resumió esta vez, levantando su puño enguatado, el guante cubriendo la chamuscada piel que tenía ahora por mano – Y por lo mismo pagué el precio. Te lo encargo San, espero que lo hagas mejor esta vez o me preocuparé que seas el siguiente ángel caído

- Lo dices como si fueras a irte

- ¿Preocupado por mí? – consultó burlón, volteándose, el sol perfilando sus facciones – No me extrañes demasiado ángel, solo será por un tiempo. Se un buen ángel guardián para SeongHwa. Asumo que serás mejor que un demonio guardián

San lo miró sin encontrarle gracia a sus palabras. Tampoco se dejó engatusar por ellas.

- ¿Por cuánto tiempo? – inquirió sin inmutarse.

- ¿Cuánto? Quien sabe... – comentó, volviendo a fijar la vista por sobre su hombro hacia el departamento de SeongHwa – Tal vez cuando descubra como ser un hombre otra vez

 – comentó, volviendo a fijar la vista por sobre su hombro hacia el departamento de SeongHwa – Tal vez cuando descubra como ser un hombre otra vez

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Bueno, aqui llegamos al final de la historia. Estoy segura que no se lo esperaban, pero eso es lo bello de la escritura <3

Bueno, si soy sincera, no es el final definitivo. Todavía falta la historia del WooSan, y ahí el SeongJoong volverán aparecer, asi que no esta todo dicho sobre ellos ;D

Muchas gracias a tod@s quienes me acompañaron en esta loca aventura, oscura y retorcida. No sé si esta historia cumplió sus expectativas o si esperaban algo con más humor, pero en fin, quería hacer una historia diferente, con un mensaje duro y creo que lo logré~

Gracias por todo y nos vemos en la historia del WooSan que proximamente subiré <3

Guilty Night [SeongJoong |+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora