El dia ha estado traquilo, no han habido emergencias, asi que decido ir a mi oficina a revisar y firmar algunos documentos que tengo pendientes.Al entrar a mi oficina me siento en la silla y en eso me entra una llamada, me levanto agarro mi celular y veo que es mi prometida, contesto y le hablo.
- Hola -le digo en tono tranquilo
- Hola amor -dice
- ¿Cómo estas? -digo mientras reviso algunos papeles
- Todo bien princesa y tu? ¿Cómo ha estado tu dia? ¿mucho trabajo? -dice apresurada
- No, en realidad han habido solo revisiones a algunos pacientes -le digo aburrida
- Bueno te llamaba para invitarte a almorzar -me dice en un tono coqueto
- Me parece bien cariño... ¿quieres que pase por ti? -pregunto
- Dale, esta bien -responde
- Nos vemos en 15 minutos, ¿Te parece? - digo mirando el reloj en mi muñeca
- Perfecto -dice
Corto la llamada y termino de revisar los documentos, arreglo mis cosas, me quito la bata, tomo mi cartera y justo cuando iba a dirigirme a la entrada, tocan la puerta, al abrirla me encuentro con la mujer que se convertiría en mi perdición.
- Marcela -menciono en un susurro apenas audible
- Hola hermosa -dice con una sonrisa
Marce y yo tuvimos algunos encuentros sexuales antes de yo comenzar mi relación actual ya que trabajamos en el mismo hospital. Pero desde que comence mi relación seria con Verónica ella no ha dejado de insistirme en que nos sigamos encontrando para tener sexo y la verdad que Marcela no está nada mal incluso pude haber pensado en ella como candidata si no hubiese conocido a la que hoy en día es mi prometida
- ¿Ibas de salida? -pregunta mirándome de arriba abajo
- Si, voy a almorzar con Verónica -digo tratando de mirar para cualquier otro lado que no sea su escote
Diablos! Que bien se le marcaban los pechos con esa camisa que traía y estaba completamente segura que se había desabrochado más botones de la cuenta solo para venir a verme
- Que mal preciosa, justo venía a invitarte a comer - dice con una sonrisa pícara
- Ah bueno será luego, voy retrasada ya así que mejor me voy - menciono tratando de salir de ahí
En ese instante me agarra del brazo adentrándome a la oficina y acorralándome contra el escritorio
- Marcela -digo susurrando sintiendo su cercanía
- No me puedes decir que ya no te gusto bonita -dice adentrando una de sus piernas entre las mias
- Marcela yo no puedo hacer esto, me voy a casar en dos meses -en ese instante mis ojos me traicionan y caen en su pronunciado escote dejándome apreciar sus grandes pechos aprisionados por el sujetador
Ella se da cuenta y sus labios forman una gran sonrisa, sabe que me está tentando
- Es... Esto no está bien, no puedo hacerle esto a Vero -digo empujándola suavemente
- Vanesa, mi amor... Yo si quiero repetir todas esas cosas que hacíamos antes que me decías que te encantaban, ya no te resistas más por favor, me traes loca - me dice acercándose de nuevo y pasando sus manos por mi espalda
Maldita sea, esta mujer es tan jodidamente sensual
Pero tengo que pensar en mi futura esposa- No, no, no, yo no puedo hacer esto- dije alejandome lo más posible de ella