'Y es que a pesar de todo aún no sé qué es lo que pasó. Si tú y yo, éramos tan felices. Si tú y yo, éramos indestructibles.'
Indestructibles - La habitación roja.
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Era sencillo, su relación tenía como base la confianza y así sería siempre.
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Se encontraba de camino a Bed Bath and Beyond, una larga lista de cosas por comprar estaba en su mano derecha, ya que la izquierda se encontraba sosteniendo la mano de su esposo.
Louis estaba feliz, amaba hacer compras, pero amaba más hacer las comprar dirigidas a su nueva casa. Su mente solo tenía espacio para pensar en cómo decoraría cada rincón de su hogar, que paleta de colores elegiría y que muebles y electrodomésticos compraría. Harry le había dado total libertad para decorar a su gusto, pues bien, le dijo que 'confiaba en sus habilidades y que no le importaba el gasto pues, dar ese paso juntos en su vida le llenaba el alma de felicidad.'
Por eso, Louis se encontraba radiante de amor. Pensó que, tal vez esta nueva etapa en su matrimonio daba paso a que en un cercano futuro pudiera convertirse en padres. Que ahora lo tenían todo para adoptar a unos hermosos niños que planeaba criar con todo el cariño y dedicación del mundo.
En su nueva casa pasaba todo el día y la noche imaginando a dos pequeños cuerpecitos corriendo por toda la casa y llamándolo papi y papá a Harry, imaginando la familia que tendría con el amor de su vida.
Porque Harry era el amor de su vida y así lo sería para siempre.
"¿Lou?" Una voz junto con un apretón de manos lo saco de sus pensamientos "¿Qué tanto piensas para tener una sonrisa tan grande?"
"En nosotros, amor." Respondió a Harry.
"Eso es muy adorable, Lou."
"Lo es ¿verdad? También en..." Louis hizo una pausa pensando en si hablarle sobre hijos a Harry era la mejor idea. "...en todo lo que vamos a comprar." Termino por decir.
Louis decidió que traer el asunto de los hijos en ese momento no era lo mejor, sabía que no era el tema favorito de Harry.
"¿Emocionado?" pregunto su esposo.
"¿Por amueblar nuestra nueva casa? Por supuesto. Todavía no puedo creer que esa casa es nuestra, es hermosa, Hazz. Gracias de nuevo." Se estiro sobre la consola del auto para besar la mejilla de Harry.
En las últimas semanas no había podido dejar de agradecerle por la casa. Era preciosa a los ojos de Louis y que su esposo se haya esforzado tanto para regalársela de sorpresa le hacía amarlo más, tanto a su esposo como a la casa. No había día en el que Louis no mencionara lo enamorado que estaba, de nuevo, tanto de la casa como de su esposo. Pero más de su Harry.
