↬Universo; uno.
📍 Condado de Essex, 9'5 E.U.A
[1692]En el lucero de un precioso campo, yacía el árbol más grande y viejo de todo Essex.
Una de las alfas que vivían cerca de la aldea, llamada Noah, amaba tenderse en sus sombras y raíces, para apreciar en concentrarse en su lectura.
Solía llevar consigo un morral con dulces o frutos poco llamativos, pues la cosecha no se daba bien, y con el pueblo odiándola todo el tiempo, le agobiaba ser encarcelada por cosas innecesarias.
Era la grata definición de libertad.
Su mirar era como la soberana alabanza de un nuevo cielo. De color café intenso y pestañas un poco largas.
Tenía una leve tintura en sus mejillas, que hacía contraste con lo maravilloso de su sonrisa.
Tan encantadora que ponía a delirar a cualquiera.Disfrutaba del rigor ventoso, fresco y poco húmedo en el ambiente.
Los ropones, que con dificultad había conseguido, le cubrían lo suficiente como para no morirse de frío, pero tampoco de calor.
No era una época favorable para campesinos mustios que vestían de cuello a tobillo grandes lanas pesadas y calurosas.La alfa pelinegra disfrutaba con grandeza las pequeñas cosas de la vida; después de todo, la suya estaba llena de incertidumbre, y solo podía desplazarla un par de horas al día.
Su rutina iba de levantarse apenas el Crepúsculo golpeé los matices; ordeñar a las cabras, alimentar al ganado, preparar el desayuno para toda su familia, lavar ropa y para desembuchar, recogía bayas de almendro por gusto propio.
Tenía todo un arsenal de cosas en su lista, que a su favor, terminaba desde muy temprano.Una vida atareada como hermana de enmedio, pero otra totalmente relajada y feliz como persona independiente. Al menos lejos de su familia.
Varias veces pensó en por fin salir de casa, conocer lo que era empezar de cero y con sus propios méritos; pero siempre que quería tocar el tema en la mesa, era expulsada a su habitación, sin poder articular una palabra más o probar bocado en lo que queda de noche como castigo.
De tan solo recordarlo, gruñó, pasando la hoja al capítulo 15 de su libro, o más bien, un escrito que una de sus muy escasas amigas había hecho.
Apoyaba gratamente los sueños de todos sus compañeros; y si debía leer mil escritos, o probar panes, incluso ver pinturas al por mayor, lo haría, pues nada le hacía más feliz que ver la expresión del esfuerzo y dedicación en sus ojos.
Al comienzo del texto, explicaba como el amor había afectado la vida de la protagonista, y como quería que se borrara cada cosa pasada en su mente. Cómo la depresión le orilla a hacer cosas que jamás creyó maquinar.
Las dificultades que con obviedad hubiera no querido pasar, y como tomó la decisión de acabar con su miseria.
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Luceros de Amor © [Edición Especial]
Fantasy"En ésta y otras mil vidas, mi corazón sigue siendo tuyo." »━La timidez y brillo de tus ojos me enamoró, Sam. ━dijo, tomando su mentón furtivamente. ━Y a mí tu forma de ser, alfa atrevida ━respondió sonrojada. Porque aunque lo negara, no podía acall...