Capitulo 4. "La inocencia no encuentra protección en la culpabilidad."

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Capitulo 4.

Un fuerte dolor de cabeza lo hizo salir de su profundo sueño, para después, pasar sus manos por su cara y tallarla. Sentía como si su cabeza fuera a estallar en cualquier momento.

De inmediato, ladeo la cabeza y abrió los ojos a su punto máximo pues, no podía analizar lo que se hallaba viendo en esos precisos momentos; los parpados de Tania estaban cerrados por completo, no hacia ningún ruido y solo se podía ver como su pecho subía y bajaba lentamente, mientras dormía.

Jodido idiota. Pensó.

Se levantó de la cama lo más rápido que pudo en busca de su ropa interior y de la demás ropa que, seguramente estaría tirada por cualquier parte de la recamara de la chica.

Mientras tomaba cada prenda del frio y duro suelo, hacia sus mayores esfuerzos para recordar cómo había llegado hasta la cama de Tania, pues tenía una gran resaca que le hacía casi imposible recordar a gran detalle. En esos momentos lucia como un idiota al salir de la casa sin intentar ni por un segundo, obtener la atención de Tania, pero no era algo que realmente le importara, pues para él había sido un polvo cualquiera, nada personal.

Termino de amarrar sus correas de sus tenis deportivos, seguido de buscar su celular y, sus llaves por la mesita junto a la cama. Se preguntaba si Zayn estaría enojado por haberse llevado su camioneta o, simplemente por haberse ido con Tania sin haberlos esperado para ir juntos al bar.

Realmente no le importaba si Malik se llegaba a molestar con él, pero lo que daba vueltas por su cabeza, era saber lo idiota que habría sido como para aceptar haberse ido con Tania la noche anterior.

La chica vivía sola, así que no había ningún problema con ‘esconderse’ o dar explicaciones. Solo cerró la puerta de la pequeña casa y saco las llaves para dirigirse a la camioneta de Zayn e, ingresar en ella. Checo el reloj y se percató de que ya eran más de las nueve de la mañana; eso quería decir que, se había perdido las clases del instituto, lo cual, le parecía perfecto.

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El rizado salió de su cuarto totalmente arreglado y con su típica maleta colgando de su espalda, listo tomar su desayuno que todas las mañanas su mama le dejaba preparado.

La noche anterior no la había podido ver ya que Annie había llegado bastante tarde. E igualmente, cuando Harry entro a la cocina por la mañana, lo único que se encontró fue; un plato con un pan tostado, café y una mediana caja de cartón sobre la mesa.

Se acercó a la mesa de madera, dispuesto a comer de lo que le había ‘preparado’ Annie. Mientras tomaba un poco de café, pudo observar que aquella caja contenía una pequeña nota con algo escrito en ella. Dejo la taza de café y tomo el pedazo de papel para leer lo que se hallaba escrito en ella.

“Mi pequeño; Siento haber llegado tarde la noche anterior. Y cuando llegue, ya estabas dormido como para hablar contigo, pero espero que tengas un bonito día en tu instituto, cariño.

Ojala que me dé tiempo llegar a comer en la tarde, contigo. Recuerda alimentarte bien y no comer cosas que te puedan hacer daño…

Abre la caja, y espero que saques muy lindas fotos como siempre sueles hacerlo.

Te ama, mama.”

Una sonrisa ilumino su rostro y, abrió la caja observando detenidamente lo que había en ella. Su adoración se hallaba ahí justamente, su Polaroid 600. La tomo con sus manos y la saco de la caja. Sabía perfectamente que Annie no era capaz de castigarlo tanto tiempo, pues ella nunca hacia eso.

Después de haber tomado su desayuno y terminar de arreglarse un poco más, salió de su casa lo más rápido, pues iba en contratiempo.

Sus pasos cada vez se iban convirtiendo en zancadas de lo apurado que se hallaba. Y su cámara se movía de un lado a otro mientras colgaba de su cuello.

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⏰ Última actualización: Mar 11, 2015 ⏰

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Photography (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora