✨Capítulo 1✨

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☆ ° • . . • ° ★ ° • . . • ° ☆

Las paredes que construimos a nuestro alrededor para mantener fuera la tristeza también impide que entre la alegría,aunque si dejamos que derrumbe los muros no pueden atrapar la tristeza el doble.

En mi caso si tienes sensibilidad te destruyen más rápido.Por lo que tuve que entender algo,no estaba sufriendo estaba aprendiendo y con el pasar de los años mi corazón se volvió de piedra incapaz de sentir cualquier cosa menos tristeza y rencor.pero en esta vida siempre habrá personas que te ilumina que te enseña que la vida que hay tiempo para todo,menos para rendirse...

La alarma suena y me veo obligada a levantarme,como siempre no logre dormir.Nos equivocamos cuando nos guardamos todo dentro.cuando para no hacer daño a los demás,no hacemos daño a nosotros mismo acumulando frustración,estrés y rabia y eso es lo que siento todos los día de mi vida.

Entran mis dos doncella haciendo la reverencia real.poniendo los ojos en blanco la ignoro recostandome otra vez.

—Mi lady...

—No me llames lady,me llamo Queen.—Digo molesta.

Aunque todos los días le digo que me llame por mi nombre,nunca me hacen caso.Por orden real tienes que llamarme como lo dice la ley por mi título real aunque sea una mierda de título.

—Lo siento pero no podemos llamarla como tal,señorita.—Contestó la más joven,no puede pasar de los veintes,tienes que mantener a sus hermanos por lo que me tiene que soporta.

—Es hora del baño.—Contesta la otra.La ignoro para molestarla,no le caigo bien y ella muchos menos a mi.—Señorita no es por faltarle el respeto pero no quiero otros de los regaños por su culpa,así que levantarse y deje de ser tan...—Enarco una ceja esperando que continúe.

—Termina de hablar,ten un poquito de valentía y dime en la cara lo que me quieres decir.—Me levanto de la cama caminando hacia ella quedando cara a cara.—Deja la hipocresía y dilo.

—Con todo respeto pero usted que lo tienes todo siempre haciéndose la víctima,siempre decepcionando la familia y la corona.Cuando debería agradecer por pertenecer a esta monarquía.

No baja la mirada por lo que sonrió,me gusta que me provoque aunque pueda ver su miedo y eso alimenta mi monstruo interior.Y así puede surgir mi yo en realidad.

—No juzgues mi dolor,si no sabes la agonía de mi alma...No busco victimizarme,solo sobrevivir en este mundo donde ya pedir varias batalla.—Baja la mirada incapaz de enfrentar mis ojos.—Vete.

—Señorita yo...lo siento,no quise faltarle el respeto.—Sus ojos se cristalizan y hago una mueca de desprecio por su debilidad.

—Vete y vuelve cuando no sea un estorbo de la vida.—Digo seria dejándola llorando,dirigiéndome al baño para así comenzar mi día.

Tocan la puerta del baño y yo suspiro pidiendo paciencia.

¡Ya ni puedo bañarme en paz!.

—Mi lady ya es hora del desayuno va a llegar tardes.—Salgo de la ducha cubriéndome con una bata.

—Largo—Digo pasando a su lado para alistarme.

—¿No requiere de mi ayuda?.—Suspiro otra vez pidiendo más paciencia.

—¿Como te llamas?—Pregunto fingiendo amabilidad.

—Ana.—Responde bajando la cabeza.

—Es muy lindo...Ana,pero te dije que te largara así que cumple la orden.—Espeto molesta haciendo una reverencia asustada y se va.

Me dirijo a una de las puerta de mi habitación donde puedo nombrarlo como mi closet.Una habitación solo para ropa,zapatos,accesorios y maquillaje.Me hace suspirar y recordar lo que dijo la buena para nada.lo tengo todo sí,pero no tengo libertad para qué sirve tener ropa,zapato y joyas si no tengo liberta y lo peor...amor.Esa palabra,ese sentimiento que desconozco y voy a seguir así hasta mi últimos días.

Me coloco un vestido de encaje de un rosa vieja resaltado mi piel blanca como la nieve y mi cabello rojizo como el fuego una combinación rara hasta peculiar,pero unica.Me siento en el tocador mirándome en el espejo.Si es posible odiar y amar a alguien al mismo tiempo lo hago conmigo cada día.

Tocan la puerta pero lo ignoro siguiendo maquillándome.

—Queen.—Volteo rápidamente a escuchar su voz,corro a su lado abrazándolo fuerte,me levanta y no pierdo tiempo en rodear mi piernas en su cintura.—Mi reina.—Susurra ocultando su rostro en mi cuello.

—Henrier.—Nos mantenemos así hasta que me alejo molesta recordando que había desaparecido y no me había avisado.—¿Donde estaba?

—Yo también te extrañe,amor.

—Te fuiste por  dos semanas—Le grito cruzándome de brazo.

—Lo dice como si te fuera abandonado,sabes que me voy por trabajo.—Dice manteniendo la calma.—Te traje un regalo.—Me muestra una pequeña caja.

—Pues no la quiero,crees que no se lo que haces.

—Queen yo nunca te obligaría a algo,eres libre.—Enarco una cejas queriendo decir"Enserio".—Bueno con algunas reglas,pero sabes que estoy bajos tu poder.

—Lo se.— lo miro a los ojos con mi sonrisa pervertida.

The QueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora