La llamada de Zulema había dejado muy intranquila a Maca. Y no era para menos, acababa de enterarse que la morena se había escapado y que era probable que no volviera a verla nunca. La mujer mayor le había dicho que volvería por ella y por Saray, pero esa posibilidad parecía remota considerando que Zulema tendría que esconderse hasta debajo de las piedras si no quería ser atrapada nuevamente. Así que lo más seguro es que jamás volviese a tenerla en frente. Ese pensamiento la hizo hiperventilar cuando llegó a su celda después de salir del área de los teléfonos. Ya allí dentro agradeció que sus compañeras no estuvieran presentes, pues necesitaba tomarse unos minutos para asimilar la reciente información. Sin que pudiera evitarlo sus ojos se llenaron de lágrimas, y la idea de no volver a ver a Zulema la llevó a que derramara dicho llanto, provocando que algunos sollozos quedarán atrapados en su garganta. Nunca pensó que la posibilidad de no volver a ver a la mora le dolería tanto. Pero la amaba, a pesar de todo le seguía queriendo, y contra eso no podía hacer nada. Si era verdad que Zulema ya no iba a volver, su vida cambiaría por completo y para siempre.—Zulema. —el nombre se escapó de sus labios en un susurro, su voz estaba rota. —No puede ser.
—Ey, chocho lacio, ¿qué te pasa, por qué estás llorando? —Saray entró a la celda y se encontró a la rubia en su cama cubriendo su rostro para esconder sus ojos llorosos.
—Saray. —Maca bajó rápidamente de su cama y se acercó a la gitana, si Zulema tenía pensado escapar, seguramente su mejor amiga debía saber algo. —¿Dónde está Zulema?
—Pues en aislamiento, ¿dónde más? ¿No te acuerdas que le rompió la nariz a tu amiga?
—Que sí, ya lo sé, pero... —miró fuera de la celda para asegurarse que no hubiese ningún funcionario o alguna cotilla por la zona. —Zulema me llamó.
—¿Como que te llamó? ¿Por telepatía o algo? —bromeó. —Rubia pija, creo que el tinte que te echas en esa cabeza te está matando las neuronas.
—Saray, estoy hablando en serio.
—Coño, pues explícate un poco mejor porque no entiendo una mierda.
—Mira, Zulema me llamó aquí, a la cárcel, no sé cómo cojones consiguió que me transfirieran la llamada, pero lo hizo, y un funcionario vino a por mí para avisarme que tenía a una persona al teléfono, y era ella. —explicó hablando muy rápido. —Apenas pudimos hablar, pero me dijo que estaba intentando escapar y que iba a volver por ti y por mí, dijo que te quería y luego la llamada se cortó, ya no pude hacerle más preguntas.
Esta vez fue el turno de la gitana de asomarse a la puerta para comprobar que siguieran solas.
—Es que no me entra en la cabeza, ¿cómo pudo haber escapado? —Saray tenía el ceño fruncido e intentaba encontrar una explicación para esto que Macarena le contaba.
—Pues no lo sé, pero lo logró, y ya no está aquí. —más lágrimas se formaron en sus ojos, ni siquiera le importó mostrarse vulnerable delante de la mejor amiga de la mujer que inevitablemente amaba. —Yo pensé que tú sabrías algo.
—No, a mí Zulema no me dijo nada de escapar. Bueno, que sí, que ella siempre está pensando en su libertad, pero que yo sepa no tenía un plan montado para hacerlo pronto. Me lo hubiera dicho.
—Pues por alguna razón decidió no hacerlo.
—Espera, pensemos un momento, Macarena. —a la gitana parecía habérsele encendido el bombillo. —Si Zulema hubiera escapado, ya lo sabríamos. Lo primero que hacen aquí cuando hay una fuga es cerrar todo y obligarnos a permanecer en las celdas. Luego hacen el protocolo, llaman a la policía, nos vienen a interrogar y toda esa mierda. Las cosas están muy tranquilas aquí, yo no creo que ella se haya fugado.
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Vis a Vis: Volver a Empezar
FanfictionUn nuevo traslado. El mismo uniforme. Antiguos recuerdos. Nuevas alianzas. Sentimientos inesperados. La oportunidad de comenzar de cero. Historia Zurena (Prision Wives Edition) Los personajes no me pertenecen. Historia original de Fox y Audible, La...