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Capítulo tres: ¿Ben 10 la Fraccion?

Como de costumbre, Starrk dormitaba en sus habitaciones. Tenía que admitir que había sido un gran día cuando apareció ese Ben Tennyson humano. Starrk apostó a que ni siquiera Aizen podría haber predicho que Ben podría convertirse en todas esas criaturas que lo vieron usar. Starrk no estaba seguro de cómo, pero tenía la sensación de que Aizen le encontraría algún uso a Ben.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el hecho de que sintió que alguien agarraba una parte muy privada de su cuerpo. Con un grito de dolor e indignación, Starrk se enderezó y estaba jadeando por respirar. Fue recibido por una risa infantil. Gruñendo, Starrk se volvió para mirar al responsable de despertarlo. De pie allí estaba una niña con un traje muy revelador con un casco con cuernos que le cubría la cabeza y uno de sus ojos. Cualquier persona normal se habría asustado por el agujero en su pecho, pero agujeros como ese eran normales para la gente de Hueco Mundo. La chica sonrió.

"Ya era hora de que despertaras, Starrk", dijo la niña.

Starrk la miró con el ceño fruncido. "Hola, Lilynette. ¿Para qué me despertaste esta vez?"

Ahora fue el turno de Lilynette de fruncir el ceño. "¡Sabes por qué!" ella dijo. "Algo pasó hoy y quiero saber qué. Hay noticias sobre algún tipo de intruso que pudo defenderse contra el Privaron Espada".

Starrk gimió de nuevo. Supone que lo averiguaría. Que dolor.

"Dame un respiro, ¿de acuerdo?" Starrk preguntó mientras comenzaba a dosificarse. Pero eso se retrasó cuando Lilynette le dio una patada en el trasero. "¡Ay!"

"¡No volverás a dormir hasta que me digas qué demonios está pasando aquí!" Lilynette gritó.

"Dame un respiro, Lilynette," gimió Starrk. "No estoy de humor."

Lilynette continuó el trasero de Starrk una y otra vez. "¡Dime, idiota! ¡Dime!"

"¡Bien bien!" Starrk gritó. Lilynette dejó de patearlo y simplemente se cruzó de brazos.

"¿Bien?" ella preguntó.

"Alguien vino a Hueco Mundo", le dijo Starrk. "Un niño llamado Ben Tennyson".

La mandíbula de Lilynette cayó. "¿Un humano? ¿Un humano? ¿Qué hace un humano en Hueco Mundo?"

"¿Cómo debería saberlo?" Starrk le preguntó de vuelta. "Según Ben, ni siquiera está seguro de cómo llegó aquí. Aizen-sama le prometió a Ben que lo devolvería a casa si nos ayudaba."

Los ojos de Lilynette se suavizaron. "¿Sabe siquiera lo que somos?"

Starrk miró al suelo. "No", admitió. Ben nunca ha oído hablar de Arrancar. Es seguro decir que no tiene idea de lo que son los Hollows.

Lilynette negó con la cabeza. "Pobre chico", dijo en voz baja. "Ni siquiera sabe en lo que se ha metido".

Baraggan, por otro lado, no sentía más que desprecio y disgusto hacia Ben. ¿Y cómo podía Aizen permitir que un humano miserable se convirtiera en una Fracción? ¡Eso fue una desgracia!

En las habitaciones de Baraggan, fue recibido por algunos de su propia Fraccion. Un hombre enmascarado y de cabello rubio se le acercó.

"¿Le preocupa algo, Lord Baraggan?" preguntó.

Baraggan simplemente miró al hombre antes de hablar finalmente. "Sí", dijo. "Aizen ha permitido que un niño humano se convierta en una Fracción".

La propia Fraccion de Baraggan intercambiaron miradas de asombro entre sí. Entonces uno de ellos, un hombre bastante corpulento con rostro tranquilo, habló. "¿Por qué Aizen tendría un humano en Las Noches, y mucho menos permitiría que uno se convirtiera en una Fracción?"

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