Hollow 10

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Menoly se sintió nerviosa. No estaba de humor para encontrarse con Grimmjow de todas las personas aquí. Sin ninguno de los otros Espada alrededor, el ex Sexta (ya que los rangos ya no tenían ningún significado) se había establecido como el nuevo gobernante de Hueco Mundo.

O al menos eso es lo que pensaba. Menoly había escuchado los rumores. ¡Historias de que algunos de los Hollows estaban realmente dispuestos a ponerse del lado de Ben Tennyson! ¡Lo querían a él como su gobernante, no a Grimmjow! Loly se había puesto furiosa. En sus palabras, ¡esa inmundicia ingrata se negaba a unirse a Aizen pero estaba dispuesta a servir a las órdenes de un mocoso humano!

Las dudas de Menoly aumentaban con cada tiempo que pasaba. Eran solo ellos dos contra Ben y quién sabía cuántas personas tenía de su lado. ¿Loly siquiera tenía un plan para esto? De todos modos, parecían haber alcanzado un gran avance cuando buscaron en el laboratorio de Szayel. Aparentemente se las había arreglado para crear medios para enmascarar el reiatsu de uno. Para Loly, esto fue perfecto. Ni la Sociedad de Almas ni esos "traidores" serían capaces de detectar su presencia cuando las dos chicas vinieran en busca de venganza.

"¡Pronto, finalmente podré hacer que Ben Tennyson pague por matar a Aizen-sama!" Loly había dicho con entusiasmo.

"¿Qué pasa con Grimmjow?" Menoly había preguntado nerviosamente.

"¿Qué hay de él?" Loly lo había desafiado. "Él no se interpondrá en mi camino. ¡Nadie se interpondrá en mi camino para finalmente matar a Ben Tennyson!"

Menoly suspiró al recordar todas esas cosas. Oh, qué preocupada estaba por Loly. Realmente esperaba que este plan de venganza no los llevara a la muerte. Si Ben podía derrotar y matar a Aizen, ¿qué posibilidades tenían?

Había pasado casi una semana desde la cita de Ben con Nelliel. Para ser precisos, habían pasado seis días desde entonces y una vez más era viernes. Todos los humanos compartieron una sola expresión: ¡TGIF o 'Gracias a Dios que es viernes'! Lo que significa que tuvieron un fin de semana libre para divertirse. Sin embargo, ese no fue siempre el caso con las tareas de fin de semana.

En Bellwood High, justo antes del último período del día, Sung-Sun caminaba hacia su casillero. Detrás de ella estaban JT y Cash que estaban ayudando a llevar sus libros a su casillero.

"Gracias, muchachos", dijo, sonriéndoles y luego se sonrojó.

"No hay problema, Sung-Sun," Cash tímidamente mientras él y JT cargaban sus libros en su casillero.

"Realmente lo aprecio", les dijo Sung-Sun con timidez. Ambos chicos suspiraron soñadores.

"Si necesita algo más, avísenos", agregó JT. Con eso, los dos chicos se fueron a hacer cualquier otra cosa que hicieran.

Sung-Sun negó con la cabeza. Honestamente, las cosas que los chicos harían para impresionar a las chicas.

"¿Sigues guiando a esos dos?" Preguntó Apacci, habiendo visto lo que había sucedido.

Sung-Sun se rió, escondiendo su boca detrás de su manga como de costumbre. "Si esos chicos quieren hacer el ridículo tratando de llamar mi atención, ni mucho menos yo puedo detenerlos".

En el poco tiempo que habían estado en la escuela, las tres niñas eran todo el centro de atención. Las chicas perdieron la cuenta de cuántas cartas de amor encontraron en sus casilleros, los chicos les invitaron a salir, las miradas coquetas, los gestos, las frases para ligar. Todas las chicas tenían sus diversos medios para lidiar con la atención. Algunos los rechazaron amablemente (o tan amablemente como pudo Apacci) mientras que otros los derribaron de la manera más cruel y viciosa posible. Mila Rose y Apacci favorecieron sus formas más violentas, mientras que Sung-Sun siguió usando su lengua afilada y su ingenio como navaja. Por supuesto, generalmente guardaban ese tipo de rechazos para los idiotas con grandes egos que pensaban que las chicas simplemente se daban la vuelta para tener la oportunidad de salir con ellas. Las miradas en los rostros de esos chicos siempre fueron invaluables y muy satisfactorias. Y luego estaban los chicos como JT y Cash, que se reducirían a papeles de sirvientes para impresionar a las chicas. Sung-Sun generalmente no alentaría algo así, pero considerando que estos dos habían hecho de la infancia de Ben un infierno viviente, sintió cierta satisfacción al verlos actuar como tontos por ella.