L'amour c'est... le sacrifice

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Lee Chaeyeon sentia que no valía nada luego de salir de aquella sala de juntas, acomodo sus cabellos en una coleta alta mientras las voces de aquellos hombres y mujeres seguían haciendo eco en su cabeza.

"¿Estás segura que ella no sea útil? Ten en cuenta que su popularidad y la tuya podrían ayudarlas demasiado si deciden debutar en un grupo"

Chaeyeon solo asiente, no puede hablar por el nudo que se forma en su garganta, amaba demasiado a Sakura y por eso mismo hacia esto.

"Ella no se quedará, quiere regresar a Japón"

Mentira, mentía con tal descaro que su manager y el ceo le creyeron.

"Una lastima, ustedes juntas hubieran creado algo único"

No dice nada luego de eso, la junta se termina luego de 40 minutos y Chaeyeon solo muerde sus labios con tanta fuerza que el sabor metálico permanecer sobre su lengua hasta llegar a casa.

🌸

Comportarse como si nada pasara era bastante difícil, lleva semanas admirando a Sakura revisar cada carpeta que se le entrega por parte de las empresas interesadas en ella, su manager, una mujer preciosa y japonesa le explica entre susurros algunas cosas que no logra oír.

Su corazón duele cuando un brillo de decepción aparece en sus ojos pero lo deja rápidamente de lado para seguir señalando algunas cosas con una pluma y por momentos solo ríe, con esa sonrisa tan bonita que la castaña siente que le arañan el pecho.

Sakura no merecía una novia como ella, pero todo lo hacía por su bien, habia visto lo suficiente mientras estuvieron en Iz*one, no podía permitir que pasada de nuevo.

"Voy a protegerte"

🌸

" Voy a graduarme"

Sakura sonrie otra vez con dulzura cuando lo dice, mientras comen aquel ramen hecho por ella, permanecen en silencio hasta que decide hablar

"¿Que harás luego de eso?"

Muerde con más fuerza de lo debido los palillos, lastimando sus dientes en el proceso, pero eso no importa hasta que ve la extraña expresión en su pareja, no logra comprender el porque la mira con cierta nostalgia, con dolor.

"No lo sé..."

El silencio se hace presente en la sala del departamento, la mirada de Chaeyeon jamás se despega de Sakura, deseando en aquel instante poder leer sus pensamientos, los sentimientos que parecen ahogarla por momentos.
Y aunque ella también tenía su propia carga, el bienestar de la nippona siempre sería una de sus prioridades, siempre sería así.

"Tal vez acepte unirme alguna empresa, quizás es momento de alejarme de Mercury..."

Chaeyeon muerde sus labios con ansiedad, quiere rogarle que no lo haga, que busque otra empresa en Japón para que obtenga lo que merece, pero no lo hace, se mantiene callada un rato hasta que decide hablar.

"Haz lo que te haga feliz Saku, siempre te apoyaré."

Quería creerse sus propias palabras, realmente deseaba ser fiel a lo que salía de su boca pero todo lo sucedido en dos años era imposible, las pocas oportunidades que se les había dado tanto a Sakura como a Nako y Hitomi no eran un asunto que ignoren las demás miembros, todas eran consientes de que aún si ellas atraían bastante al público japonés no eran tratadas como merecían.
Chaeyeon fue consiente de lo doloroso e incluso agotador que sería si ellas deciden debutar en corea, empezar desde cero no era una opción para ellas, aún con las fanbase establecida la pelea por sobresalir en esa industria era difícil.

No quería eso para ella, Sakura tenía una vida asegurada en Japón.
A la coreana realmente no le importaba el hecho de debutar de nuevo, estaba acostumbrada a los cambios constantes, a qué las cosas tienen un final tan repentino que siempre tenía en mente no encariñarse aunque eso fue imposible tanto con Sakura como con las miembros de iz*one, ellas eran demasiado brillantes que no deseaba que se alejaran jamás de su lado, sus ocurrencias, risas, voces e incluso presencias eran algo de su día a día.

No sabía cómo viviría luego de que ellas tengan que irse por su propio camino, tampoco si estaba lista para estar sola.

"No me alejaré de ti, prometo que vendré de visita"

La voz de Sakura le obliga a levantar la vista, le es imposible no contener sus lágrimas cuando la ve a punto de romper en llanto, la atrae hasta su cuerpo y se permite abrazar a quien era la persona que más ama, quien es su otra mitad.

"Mejor promete que no me dejaras, aún si estamos separadas un tiempo... No sueltes mi mano"

Susurra contra sus labios aquella súplica, sus miradas chocan transmitiendo todo el amor que sentían por la otra y el dolor de tener que alejarse, entrelazan sus dedos y se besan, degustando la esencia tan única que la otra posee, como si de miel se tratara.

Chaeyeon quería creer que todo tendría una solución que no fuera tener a Sakura en Corea, ella podía soportar todo, excepto que el trato que tenían con su pareja.

A veces el mismo destino era cruel con las personas como ellas, aunque bien dicen que algunas personas son el camino más no el destino.

Quién sabe.

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