Capítulo 1

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Seis meses después.

El ruido de las zapatillas junto con los balones rebotando se hacían más regulares con cada día que pasaba. Los chicos entrenaban mucho desde que se enteraron que los aceptaron para ir a la concentración de verano. Todos estaban emocionados por ir a practicar con unas de las mejores preparatorias de Tokio, Nekoma y Fukurodani, las cuales contaban con jugadores excepcionales.

El ruido común del gimnasio fue interrumpido por el sonido de una puerta abriéndose. Por la abertura, que cada vez se hacía más grande, se asomaba una chica de pelo castaño y ojos plomos la cual, por cada paso que daba, cojeaba.

— ¡Akiko! —Keishin la llamó emocionado.— ¿Cómo estás?

— Resolviendo una prueba la cual no tenía idea que tenía. —dijo con cierto tono de humor. Kei la miró con ternura, se había vuelto más tranquila desde que pasó el accidente.— ¿para que me llamaste?

— Bueno, no sé si te has enterado.

— ¿De la concentración de verano? por supuesto. —soltó un suspiro cómico.— Nishi pasa hablando de eso desde que se enteró.

— No me sorprende. —subió un poco los hombros.— Nekomata te quiere allá. —disparó.— No te ha visto en siete meses y exige que estés allá porque quiere ver a su niña. Que no has ido a verlo desde hace mucho y te extraña. Además dice que si no aceptas, Karasuno queda fuera del programa.

— El abuelo siempre se sale con la suya. ¿Cuándo se van? —preguntó viendo a Kageyama quien estaba frustrado por levantar el balón de mala manera a Asahi.

— El domingo en la noche. Será una semana. —En eso se escucha la puerta volviéndose a abrir, era el profesor Takeda, el cual siempre llegaba tarde. Akiko suspiró.

— Te veré el domingo Kei.

— ¿No irás mañana a cenar?

— ¿Y decepcionar al abuelo? Ni loca. Prefiero ir, a que me castiguen porque si. —empezó a caminar hacia fuera del gimnasio.

— ¡Akiko-senpai! —gritó Kageyama.— ¿Ya te vas? —tenía el balón en sus manos. Kei la quedó mirando con gracia.

— ¿Pasó algo Kage-chan? —preguntó Akiko.

— Quería saber si me pueden ayudar con mis levantamientos.

— Sabes que entrenamos todos los jueves Kageyama. —dijo en un tono curioso.

— Solo por hoy... por favor. —le rogó. Akiko suspiró.

— Bien. Me quedo. —Kageyama sonrió como pudo y volvió a jugar. Kei la miró con una sonrisa burlona.— No digas nada.

— Si te siguen manipulando así ya nunca podrás decir que no.

Akiko bufó mientras se sacaba la chaqueta e iba directo a Kageyama. Nishinoya también se le acercó quien le mostró su nuevo movimiento. Keishin sonrió, hace mucho que no la veía sonreír.

---<3---

La noche era tranquila, era estrellada como pocas veces se podían ver. Akiko estaba por entrar al gimnasio, teniendo las llaves ella podía entrar a cualquier hora. Con dificultad sacó la red y la puso correctamente, aunque tuvo que hacer varios intentos. Sacó el cajón con los balones y sin esperar mucho más empezó a practicar sus levantamientos, aún no podía hacer remates su tobillo dolía demasiado, podía caminar pero no jugar.

Después de varios minutos su tobillo empezó a doler más de lo normal por lo que tuvo que detenerse por obligación. Se sentó en la orilla del escenario mientras tomaba un poco de agua. Se escuchó la puerta abrirse, cosa que le hizo sentir escalofríos.

Una cuervo en Nekoma Kuroo Tetsurou x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora