Lucky One.

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Después de haber enviado mi ubicación al contrario me puse de pie casi corriendo, realmente no esperaba una visita de el por lo que tenía que esforzarme en verme presentable, después de unos minutos me puse de pie, puse un poco de música y me dirigí a mi closet, prenda a prenda me probé todo lo que se me ocurría.

Desde la puerta de mi closet a la cama solo podía verse como salía volando aquella ropa puesto que me quería ver perfecto para él, después de aproximadamente 20 minutos, encontré algo que se me vería perfecto, no era formal ni tan casual, era algo perfecto, me di la vuelta y ahí lo note... ¡toda mi cama estaba llena de ropa!

Entre en pánico por unos minutos, en ese momento llego una notificación a mi teléfono, abrí el mensaje y mi corazón se aceleró mucho más, aún tenía la duda de que tema quería hablar conmigo.

Rápidamente empecé a acomodar las prendas, al terminar vi como un auto llegaba a casa, baje corriendo las escaleras y vi ahí cuando lo vi

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Rápidamente empecé a acomodar las prendas, al terminar vi como un auto llegaba a casa, baje corriendo las escaleras y vi ahí cuando lo vi...mi pequeño Ling, tan lindo como siempre, mis ojos se iluminaron y sentí mariposas en mi estómago, me acerque lentamente a él.

-A-Ling...yo...-

No pude terminar de hablar cuando el contrario se lanzó a mis brazos, al sentir como me rodeaba con ellos mis ojos se abrieron de par en par, no esperaba esto, sin embargo, no me molestaba en absoluto, pude percibir de cerca el aroma de su cuerpo, lo dulce de su perfume, la calidez de su cuerpo, me aferre un poco más a él y después de un par de minutos me separe de sus brazos.

-A-Ling, ¿De qué querías hablar? -

-Yo...quiero decirte algo importante, ¿Podemos ir a un sitio más privado?

- ¡Oh! es verdad- reí bobamente- ¿Quieres algo de tomar?

-Un vaso de agua por favor-

Asentí y miré a la ama de llaves.

- ¿Podría llevarnos un vaso de agua por favor?, en unos diez minutos-.

La mayor asintió y lleve a mi pequeño a mi habitación, al entrar le señale un pequeño sillón para que se sentara.

-Ahí puedes sentarte-.

-Ahora no quiero sentarme-.

No me dio tiempo ni de pestañear cuando enredo sus brazos en mi cuello y parándose de puntillas pego sus labios contra los míos, por un segundo mis ojos se abrieron de par en par, solo al notar que el contrario abría un poco su boca reaccione, abrace al contrario rodeando su cintura y cerré mis ojos, de igual manera abrí un poco mi boca correspondiendo el beso, poco a poco empezamos a mover nuestras cabezas haciendo un poco más apretado el beso, nuestra respiración cada vez se hacía más errática y yo sentía como mi corazón se aceleraba, solo después de un par de minutos nos separamos del beso para ambos tomar aire.

-Esto significa que...

-Lan Jingyi, tú me gustas también, estoy consciente de que no llevamos mucho tiempo de conocernos, sé que antes actúe como un imbécil, si hubiera sabido que era tuyo, no hubiera actuado de esa forma- suspira- Lan Jingyi, esta vez, seré yo quien lo diga, espero que puedas darme una oportunidad-.

Se separo de mí y se puso frente a mí, se paró derecho mirándome fijamente a los ojos.

-Lan Jingyi, ¿Podrías...ser mi novio? - esto último lo dijo casi en un susurro.

Aproveche esta oportunidad y me incline un poco quedando más cerca de su rostro.

-Lo siento, no escuche bien, ¿Podrías repetirlo un poco más fuerte?

-¡¡HE DICHO QUE SEAS MI NOVIO MALDITO TONTO, ¿QUIERES O NO?!!-

Rápidamente lo abrace, ciertamente estaba muy emocionado por la propuesta del contrario, era inesperado pero perfecto.

-SI, si quiero ser novio de Ling Ling-.

Al escuchar mi respuesta el menor acuno mi rostro con sus manos y volvió a unir nuestros labios, correspondí aquel beso de forma tranquila y dulce, quería disfrutar cada segundo, por un momento pensé que era un sueño, sin embargo, lo acelerado que latía mi corazón y las mariposas en mi estomago confirmaban que no se trataba de un sueño, esta era la realidad.

Después de un par de minutos con un beso bastante apasionado, el contrario se separó, aun suspirando un poco junto su frente con la mía.

-Lan Jingyi, tenemos que detenernos ahora, aun no es momento para hacer algo más-.

Me limite a asentir con la cabeza, tome su mano y entrelace nuestros dedos, lo lleve a mi cama y me recosté a un lado de él.

-A-Ling...gracias por elegirme-.

Le sonreí y con mi teléfono puse una canción que nuevamente quería dedicarle especialmente a él.

-Esta canción...es para ti...-

Tome una almohada y cubrí mi rostro bastante apenado, no sabía si le gustaban este tipo de cosas, pero realmente me hacía sentir tan feliz pensar en ello, en cuanto termino la canción voltee a ver, al contrario, sus mejillas establan rosadas y sus ojos un poco húmedos, se inclinó hacia mí y me abrazo.

-Te quiero mucho Jingyi-

-Y yo te quiero a ti Ling Ling, por cierto... ¿Cuándo cumples años?, algunas veces no se si llamarte gege o didi- le sonreí esperando su respuesta.

-Cumplo años el 21 de noviembre y tengo 19 años, ¿Y tú? -.

-Yo...cumplo años el 24 de agosto y tengo 20 años- hable con emoción- entonces eres mi didi, mi pequeño-.

El menor asintió, rápidamente se sentó sobre mi regazo y estiro su dedo hacia mi rostro, aunque estaba un poco desconcertado por la acción del menor lo mire atento.

- ¿Pasa algo? -.

-Si, Jingyi, desde este momento somos novios pero hay algunas cosas que quiero pedirte, primero que nada, si alguna de mis actitudes te molestan dímelo, segundo, no soy una persona muy romántica así que cuando te de algo o diga algo en especial valóralo, tercera, ya te lo dije, nunca esperes que vaya tras de ti, cuarta, confía en mí, yo confiare en ti en la misma medida y si pasa algo siempre te lo diré, quinta, si ya no te sientes cómodo conmigo o hay alguien más que te guste dímelo, no te juzgare ni me molestare, te dejare ser feliz y sexta y la más importante, nunca, pero nunca Lan Jingyi, me traiciones ni ocultes algo, si hay algo que te moleste, si hay algo que quieras que hagamos, dímelo, no me ocultes las cosas, además de que si me traicionas, te matare-.

Lo mire fijamente mientras hablaba y en cuanto termino asentí con la cabeza y estire mi dedo meñique.

-Es una promesa, esas serán nuestras principales seis reglas, serán inquebrantables y ambos las cumpliremos siempre, ¿trato? -.

-Sera un trato entonces- el menor junto su dedo meñique con el mío entrelazándolos entre sí, -Lan Jingyi, no te fallare si tu no me fallas-.

-Eso nunca pasara- acomode su cabello detrás de su oreja y después acaricie suavemente su mejilla.

Y de esta manera sellamos nuestra más fiel promesa, una que deberíamos respetar a lo largo de toda nuestra relación. 


Take care of youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora