Reinició.- CountryHumans.- T.2

Capitulo 8.

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Ya volví uwu...

Solo me faltaba la ultima escena para escribir, y cuando comencé a hacerlo, sentí esa chispa que siempre me sale cuando tengo la necesidad de avanzar más rápido, creo que son buenas noticias :D.

Gracias a los que leyeron el comunicado anterior, a los que comentaron y dieron una estrellita, saber que siguen aquí me dan más ánimos para salir del bloqueo. 

Los quiero en serio.❤

Espero disfruten del capitulo, es poco a todo lo que les debo, pero espero compensarlo pronto. 

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Se despertó de golpe, y tan pronto fue consiente de si mismo se incorporo. Miro a su alrededor y noto que esteba en su habitación, a un lado de él su gato quien también se había despertado por su repentina acción.

-...¿Fue un sueño?.- se dijo así mismo. 

Acerco su mano para tallar su ojo, pero se percato de algo, en su muñeca vio una marca obscura y morada; rápidamente se examinó la otra muñeca, notando que también había una ahí. No, no fue un sueño, vivió una horrible pesadilla.

El chileno comenzó a sentir ese dolor en su pecho, tan profundo y pesado. Se abrazo así mismo dejando que el llanto le llegara. Él había estado ahí, le había hecho daño una vez más y no pudo hacer nada para detenerlo, no había podido hacer nada, ahora estaba marcado con violencia por un monstro. 

"Meow" escucho el mullido de su gato, este ahora le lambia mientras ronroneaba, como si fuera consiente de lo que sucedía y quisiera brindarle consuelo. Chile le acaricio continuando con su lamento, al menos no le había hecho daño a su felino, era su único compañero ahora. 

Dejo que las lagrimas decoraran su rostro por varios minutos más, no sabia cuanto tiempo necesitaba para poder borrar su dolor, pero posiblemente nunca podría desaparecer eso ni de su mente, ni de su vida.

Su llanto se vio interrumpido por el sonido de su celular, lo busco con la mirada pero no podía verlo. Se acerco de manera lenta a la orilla de la cama, y lo vio ahí, tirado y con una pequeña grieta recorriendo una esquina de la pantalla. En él podía ver la llamada entrante junto a una fotografía de Venezuela. Tomo su celular y contesto la llamada.

- ¿H-Hola?...- trato de sonar lo más natural posible, ¿Ahora como podía actuar frente a las personas?

- Chile, necesito que vengas al hospital...- Chile se quedo callado unos segundos en espera de las razones que tenia el venezolano para llamarle mientras escuchaba un corto pero torturador silencio.- Es México...

- ¡¿Qué le paso?!

- Ven, les explicaremos aquí...- Venezuela colgó de repente dejando al chileno con las palabras en la boca y con un sentimiento angustiante. Al escuchar mencionar que México estaba hospitalizado se le vino a la mente el Aleman, le fue inevitable pensar en que Alemania esta involucrado.

De prisa y aun con un enorme peso encima se preparo para ir al lugar donde tenían hospitalizado al mexicano.

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Todos se hallaban en total silencio, al menos por parte de ellos ya que los sonidos externos del resto del hospital les acompañaba, al igual que la maquina que detectaba el pulso del mexicano quien seguía inconsciente en la camilla. Cada quien encerrado en su mundo, con una gran impotencia recorriéndoles por todo el cuerpo, se supone que ya nada marcharía mal, que ya habían conseguido su final feliz, ¿Quién se atrevió a alterar esa felicidad que aun estaban construyendo?.