Melancolía

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Muchas gracias por su apoyo en el capítulo anterior y de igual forma espero que este tercero sea de su completo gusto.
Me disculpo de antemano si en algún momento los flashbacks comienzan a tornarse confusos; la intención de estos es que Marinette reviva varios recuerdos con Adrien / Chat Noir los cuales en algún momento hagan que ella cambie sus ideas sobre proteger París y como se habrán dado cuenta van en desorden pero intentaré hacer que los más importantes queden juntos.

A partir del siguiente capítulo prometo que las cosas en la vida actual de Marinette comenzarán a ponerse más interesantes, aunque quizás para mal. No me odien jaja

Sin mas interrupción, os dejo con la historia...

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Día 10.

Cepillaba su cabello azul azabache con gentileza mientras se miraba en el espejo. Últimamente había decidido evadir el desagrado de tener que verse en el espejo, al menos más de lo necesario. Las ojeras bajo sus ojos se hacían más notables con el paso de los días y la ropa negra de luto solo las acentuaba más; su cuerpo pedía a gritos descanso pero por más que ella quisiera, le era muy difícil conciliar el sueño. Aún así, decidió no acudir a pastillas para dormir por el momento; apenas probaba bocado ya que su cuerpo rechazaba la comida.

Tuvo entonces sospechas sobre su condición...

En la mesilla a su lado reposaba un test de embarazo casero sobre una servilleta que debería leer después de determinado tiempo. En cuanto pudo había compartido esta información con Alya y a pesar de los trágicos eventos, su amiga parecía alegrarse por ello. Le pidió que tan pronto lo confirmara, le hiciera saber y tan pronto ella volviera a la ciudad iría a verla.

Por primera vez en los últimos diez días y mientras miraba su reflejo en el espejo, Marinette sonrió muy levemente. Una pequeña y singular lágrima resbaló e hizo un recorrido por su mejilla.
¿Sería posible que podría finalmente conseguir tener la familia que tanto había deseado con Adrien? Una familia rota, sin padre, pero al fin y al cabo... Familia.
Se limpió la lágrima y estiró su mano para tomar una fotografía que tenía al lado del espejo donde estaba ella junto a Adrien. La foto que se tomaron el día de su boda.

—¿Recuerdas que esto era fue lo que queríamos? —Preguntó mirando con una sonrisa melancólica aquella imagen, como si de alguna forma esperaba que el rubio la escuchara. Ambos se veían tan felices juntos, tan sonrientes, tan...

«Vivos».

Suspiró. Dejó la fotografía en su lugar y tomó algo de maquillaje para ocultar sus ojeras, no con ninguna intención más allá de intentar verse bien para que de alguna forma se sintiera un poco mejor.
No quería ilusionarse tanto con la idea desde temprano sobre su embarazo, ya que habían intentado varias veces que ella quedara embarazada y no había ocurrido. A pesar de esto, le era imposible no comenzar a pensar en tantas cosas como el nombre que le pondría si fuera niño, o niña. No tenía preferencia, solo quería amar a esa criatura con todo su ser. Una pequeña personita que era mitad ella y mitad Adrien.

De pronto, el repentino sonido de voces alzándose debajo de sus pies la sacó de sus pensamientos, al escuchar que en el piso de abajo había una discusión. Curiosa decidió bajar por la trampilla para saber que ocurría y grande fue su sorpresa al ver a la mujer con quien su padre discutía.

—Ya le hemos dicho que Marinette no desea saber nada de usted y mucho menos de ese hombre... —Decía Tom frunciendo el ceño a la mujer frente a él. Pocas veces se podía apreciar verlo molesto, pero quería proteger a su hija de cualquiera que pudiera empeorar su estado actual. Sus padres no querían que las personas asociadas a la muerte de su esposo vinieran a seguir causando estragos en su vida.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2021 ⏰

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