03. Calum Hood

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Daira Clifford

—Tranquila, todo va a estar bien —dijo Michael atrás de mí.

Estábamos afuera del salón de Ciencias esperando a que el profesor viniera. Era la primera clase y me iba a presentar enfrente de todos. Lo que menos me gusta.

—Bien, si tú lo dices te creo.

—Ahí viene el profesor —dijo mirando hacía su derecha—, tengo que estar ahí adentro, solo espera a que te llamen, tú entra y no estés nerviosa —dijo para después entrar al salón dejándome con la palabra en la boca.

Todos los alumnos entraron y después el profesor quedándome sola.

—Solo no estés nerviosa, haz caso a lo que dijo Michael y todo estará bien —me dije a mi misma—. ¡Dios! ¡¿Por qué?! —dije cuando sentí ganas de ir al baño—, mierda.

Pensaba en que decir cuando la puerta se abrió dejándome ver al profesor, agarre mi mochila y entre al salón.

No soy buena para presentarme y menos cuando hay muchas personas viéndome.

Levante mi vista para ver a los alumnos, un chico de cabello rubio ganó mi atención, maldije en voz baja cuando vi quien era.

—Bien —la voz del maestro hizo que desviara mi vista—, señorita —Dios, odio que me digan así—, puede presentarse.

¿Ahora qué digo? No logré pensar en nada por los nervios. Ni modo, diré lo clásico.

—Mmm, me llamó Daira Clifford, tengo trece años, soy mexicana —dije, todo el salón, menos Michael, se sorprendió. Como si nunca hubieran visto a una latina— y no quiero amigos, así que no se me acerquen —dije, era la verdad y quería que todos lo supieran para que no se me acercarán, volví mi mirada al director quien se aclaró la garganta—. Listo.

—Bien, siéntese junto a Calum —me acorde que Michael me había hablado de él.

—¿Quién es Calum? —dije mirando a todos los alumnos hasta que un chico pelinegro levanto la mano—, bien —dije llendo hacía él.

—Hola —dijo Calum mirándome—, sé que dijiste que no querías amigos y que no quieres que se te acerquen pero tu hermano, Michael, me habló de ti y quiero ser tu amigo, o al menos intentar ser tu amigo.

Ay, me dio ternura.

—Michael también me habló de ti y pues claro que podemos ser amigos.

—Genial —dijo sonriendo.

—¿Nuevo novio, Daira? —dijo una voz atrás. Dios, sabía de quien se trataba.

—¿A ti qué te importa, Luke? —dije volteando a verlo—. Deja de ser tan chismoso, ya te dije que hartas.

—Sí, ya cállate, Hemmings —dijo Calum.

—Estoy hablando con Daira no contigo, así que cállate tú, Hood.

—¿Quién te crees para hablarle así? —dije molesta, tenía el descaro de decir eso cuando él fue el que empezó a molestar—. Le vuelves a hablar así y te parto tú madre, ¿entendiste, Hemmings? ¿O quieres que te lo deje claro ahorita mismo?

—No te atreverías.

—¿Quieres ver que si? —dije levantándome de la silla pero la mano de Calum me jaló para que me sentará.

Sonará algo dramático pero me enojo MUY fácil y soy capaz de golpearlo enfrente de clase.

—No hagas esto aquí, te van a castigar —dijo Calum—. Pártele su madre en el recreo.

—Tienes razón —dije ya más calmada.

—Ay, Calum calmando a su novia, que tierno —dijo Luke.

—Lucas —dije haciendo que Luke frunciera el ceño—, enserio no quiero golpearte pero tú no cooperas. Cierra la boca y pon atención a la clase, ¿quieres? —dije finalmente volteando hacía el pizarrón.

—Ya la oíste, cierra el hocico —dijo Calum para igual poner atención a la clase.

El resto de la clase estuvo tranquila, Luke ya no molestaba y Calum y yo algunas veces platicábamos.

Bien, ya tengo un amigo, con eso basta.

Calum era un buen tipo, tal y como lo había dicho Michael.

Calum Hood.

Mi nuevo y al parecer, mejor amigo.

I Hate You, Stupid | Luke Hemmings #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora