"¿Has tocado los pétalos de una rosa? Dime Hueningkai ¿has alzado la mirada y visto el cielo sobre tu cabeza? ¿Has sentido el sol sobre tu piel y escuchado una melodía que te envuelve y no te suelta? Claro, es tan común, tan sencillo e imprescindibl...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"—No confundas mi silencio con falta de dolor.
El chico escuchaba cada palabra como siempre lo había hecho, pero ver el cuerpo de su madre frente a él lo quemaba por dentro, estaba en fuego y tan sólo esperaba un sentimiento recíproco de su padre, cualquier cosa excepto que lo deje incendiarse por su cuenta..."
—¡Soobin! A que no te imaginas con quien me encontré.
La voz emocionada de Yeonjun llegó a sus oídos interrumpiendo su lectura y la poca tranquilidad que había conseguido en días. Pasando un brazo por sus hombros y prácticamente abalanzándose al sofá individual, el bajista terminó sentado en el regazo de Soobin, y Beomgyu, quien por cierto también venía con él, acabó sentado en el reposabrazos del lado derecho.
—Mmm. —refunfuñó el más alto, ni siquiera podía fingir que no estaban ahí y seguir leyendo en paz porque el de cabellos fluorescentes le estorbaba la vista por completo.
—Alto ¿qué haces? —cuestionó Beomgyu, viendo el objeto entre las manos de su amigo.
—Medito. —respondió Soobin sarcástico. —de hecho ahora estoy en otro plano astral, así que no les recomiendo interrumpirme.
Pero ambos chicos ya eran completamente inmunes al humor del pelinegro así que siguieron como tal.
—Nunca había escuchado de éste. —mencionó el castaño, tomando el libro entre sus manos lo que hizo que el guitarrista se enderezara en su lugar. —¿Dónde lo conseguiste? —preguntó curioso, dándole una mirada con ojos grandes.
Beomgyu era, sin dudas, el único miembro que disfrutaba de leer un buen libro y perderse en el, él es ese amigo que mientras ves una serie, una película o incluso un anime, no faltaba en mencionar que estaba basado en un libro o como ya sabía lo que iba a pasar gracias al manga, gracias al cielo Soobin y Yeonjun lo querían mucho porque a veces llegaba a ser un tanto exasperante en cuestión de los desdichados spoilers.
Por eso mismo el castaño siempre trató de inculcarle el mismo pasatiempo a sus amigos, especialmente a Soobin, pero terminó rindiéndose cuando por más que intentaba y le recomendaba desde sagas hasta historias más pequeñas para empezar, el mayor siempre estaba ocupado, totalmente enfocado en la música, escribiendo nuevo material o de plano terminaba jugando videojuegos en su tiempo libre, así que al menor se le hizo más sencillo tomar un control de la consola y estar así con él.
¿Qué lo había hecho cambiar de opinión?
—En internet. —respondió Soobin, mintió y no supo exactamente porqué.
