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💮CAPÍTULO 9💮

NARRA YUI.

Iba de camino a mi lugar de siempre, pero esta vez he decidido tomar un atajo, por lo que tuve que pasar por el rosal de la mansión.

No pude evitar detenerme y observar las hermosas rosas blancas, todas florecidas.

Es cuando recuerdos de mi infancia llegan a mí.

FLASHBACK.

Mi respiración estaba algo agitada por subir aquella larga escalera, para poder una gran y larga torre frente a mí.

Me acerco un poco, para tomar una bocanada de aire y gritar.

Yui: ¡¡Mamá!!

Tras mi llamado, por una pequeña ventana en lo alto de la torre, aparece una figura, muy conocida para mí, sonriendo.

Al verla no dudo en entrar ahí y subir los escalones deprisa. Al llegar, veo lo mismo de siempre, lo que
separa a mi madre de mí, unas barreras de metal, indicando que ella estaba encerrada ahí, pero no por mucho tiempo. Me basta con tocar con un dedo los barrotes para que estos, desaparezcan.

Ahora sí, corro hacia mí madre.

Yui: ¡Mamá! -dije al llegar a sus brazos, recibiendome con un abrazo.

Md/yui: Hija mía. -dijo en un susurro mientras me separaba para sentarme en su regazo- Por favor, cada vez que vengas aquí, quita esa venda de tus ojos, tus hermosos ojos. -dijo mientras me quitaba la venda, dejándome ver a mi madre.

Yui: Esque sino llevo la venda, madrastra se enfadará. -dije mientras ella me acariciaba la mejilla- Dice que mis ojos son horrorosos y que es mejor que nadie los vea. -dije triste.

Md/yui: Hija, tus ojos son hermosos y único. Es muy baja la cantidad de personas que tiene los ojos bicolor. Para muchos puede ser raro y feo, pero para otros es hermoso y único. -dijo para abrazarme después- Yui, siempre debes mostrarte cómo eres en realidad, no des una imagen falsa de ti, mi bella rosa blanca.

FIN FLASHBACK.

Subaru: O-oye. -dijo sacándome de mis recuerdos.

Yui: ¿Sí? ¿Qué pasa? -pregunté al verlo con una cara algo sorprendida.

Subaru: ¿Por qué estás llorando? -es cuando me doy cuenta de que tengo mi cara bañada de lágrimas.

Yo no respondo, simplemente me doy la vuelta para secar mis lágrimas. Otra vez bajé la guardia.

Yui: N-no es nada, estoy bien. -dije mientras trataba de detener mis lágrimas, pero es imposible- ¿Necesitas algo?

Él no responde, a lo que yo hablo.

Yui: Bueno, si no necesitas nada, me voy. -dije empezando a caminar.

(...)

Yui: Subaru, ¿por qué me sigues? -dije sin voltearme, sabía que estaba detrás de mí.

Subaru: Encuentro bastante inmoral dejar a una mujer sola llorando. -dijo al fin unos minutos después.

Yui: Ya te dije, estoy bien. No tienes que preocuparte. -dije sin para mis pasos.

Subaru: Veré que estás bien cuando dejes de llorar. -dijo a lo que yo no respondo- Aunque es algo extraño, lo normal cuando unos llora es emitir sollozos, ¿no? ¿Cómo es que tu no lo haces?

Yo tardo unos minutos en responder.

Yui: He pasado por tanto dolor, que he aprendido a no hacer ningún ruido, con tal de no preocupar a nadie.