8.(amado)
🍒Se suspendieron las clases y se aplazaron los exámenes. En los dos días siguientes, algunos padres se llevaron a sus hijos de Hogwarts.
Los estudiantes más jóvenes se emocionaron mucho cuando vieron por primera vez un carruaje azul pálido, del tamaño de una casa y tirado por una docena de enormes caballos alados de crin y cola blancas, que llegó volando a última hora de la tarde, el día antes del funeral y aterrizó en el borde del Bosque Prohibido.
Entretanto, iban acomodando en el castillo a una delegación de funcionarios del ministerio, entre ellos el ministro de Magia en persona.
A Neville ya le habían dado el alta, pero Bill seguía bajo los cuidados de la señora Pomfrey.
Monnie jamás había estado en un funeral, pero se dio cuenta que podia asistir a mil, que rogaba no fuera así, y no iba a compararse con la cantidad de cosas, personas y criaturas que habían ido al de Albus Dumbledore.
Y jamás pensó que estaría presente en el funeral de su director, un hombre tan listo y poderoso como lo fue él.
Sus padres la dejaron quedarse los últimos dos días, un poco ajenos al tema, y Harry decidió hacerlo también para después irse a "sufrir" a casa se los Dursley's antes de empezar su búsqueda por los horrocruxes.
En este momento, Monique había optado por ocupar la habitación de prefecta que tenía abandonada desde hace un tiempo. Invitó a Harry a venir con ella que, por supuesto, no se negó. Entonces ella estaba acostada en la gran cama junto a Harry; en silencio.
La noche/madrugada, había empezado a soplar con un viento agudo y frío. Hay un punto muerto en ella, la hora más negra y fría, cuando el mundo se ha olvidado del atardecer y el alba no es todavía ninguna promesa.
Un momento en que es demasiado pronto para levantarse, pero tan tarde que irse a la cama no tiene sentido. Y era exactamente donde se encontraban los chicos.
Escuchando la fuerte tempestad que se desataba afuera, las gotas chocar contra los vidrios y el viento queriendo abrir las ventanas.
Los brazos de Evans estaban enredados por el torso del azabache mientras el acariciaba sus cabellos rojizos. Aunque eso era lo que había anhelado durante años, no podía disfrutarlo plenamente gracias a la preocupación por el futuro y todo lo que había pasado.
La muchacha alzó su rostro para mirar los ojos verdemar de su acompañante gracias a la luz de la luna que entraba por los ventanales.
—¿En que piensas?
—En como haré para estar tanto tiempo sin ti—susurró, besándole la coronilla de la cabeza
—No sé porqué te empeñas en hacer las cosas solo—dijo mientras se sentaba. La camiseta ancha que llevaba, que era la de Harry del equipo de Quidditch, se movió dejando ver su hombro desnudo—Necesitas ayuda
—¿Tienes más?
—¿Qué?
—Pecas... tienes más—murmuró tocado su hombro, Monique sintió un escalofrío recorrerla al sentir su acto
—Sí... ¡pero no cambies de tema!
—Lo sé, Redzee. Pero no quiero arriesgar la vida de otras personas y menos la tuya—dijo tomando su rostro para hacerla a él. La chica se dejó llevar entonces terminó con sus piernas a cada lado del cuerpo de Harry
Sus labios se encontraron en un beso suave. Un beso que fue seguido de otro más explorador y provocativo, uno en el que Harry se apropió de los labios de Monique como si fueran suyos, los saboreo, los acarició, hasta que en pequeños mordisquitos la boca de la pelirroja hizo estremecer la suya. Ahora, la lengua de la chica recorrió sus labios de lado a lado como quien prueba un helado.
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𝑷𝑬𝑳𝑰𝑹𝑹𝑶𝑱𝑨-𝑯𝑨𝑹𝑹𝒀 𝑷𝑶𝑻𝑻𝑬𝑹
FanfictionSiempre, siempre, siempre; los insensibles, arrogantes y tontos Potter, terminan enamorándose y enamorando a las dulces, inteligentes y bellas pelirrojas. Supongo que así es el destino.