Este no es un cuento de hadas...

El entusiasmo de una fiesta

Como diariamente lo hacía, la alarma volvió a sonar, Lexi se levantó y comenzó con su rutina diaria de la mañana. Salió para el colegio y volvió a encontrarse con Serena, parecía el primer día de clases. En el camino iban hablando sobre todos los detalles de la fiesta que organizarían juntas. Llegaron al colegio y se separaron, Lexi les comento a sus compañeros sobre la fiesta que haría. Ellos parecieron interesados y a Lexi le cambio el humor de inmediato. Por fin creyó tener amigos y se entusiasmó aún más con la fiesta. Pudo seguir con sus clases  si  problemas. Al terminar el día regreso a su casa directo a contarles a sus padres sobre la fiesta y que sus amigos estaban interesados. Esa noche casi no puedo dormir pensando en la fiesta. Esta vez la alarma sonaba a las 10:00 am., era sábado y el día de la fiesta. Tenía un gran día por delante así que decidió empezar desde temprano. Hacia el mediodía Lexi iría al shopping con Serena a comprar ropa mientras sus padres compraban la comida. Lexi había visto unos shorts y una remera que le habían fascinado así que decidió comprarlos. Serena era muy humilde y no quería algo caro así que se compró unas calzas y un top sencillo. Al encontrarse con sus padres las chicas le mostraron lo que se habían comprado. Regresaron a la casa y Serena y Lexi le informaron a sus compañeros sobre la fiesta mediante sus redes sociales. Distribuyeron un mensaje que decía: Hola, como estas? Te quería invitar a nuestra “fiesta de las amistades” es hoy de 20:00 a 01:00 hs. en constitución 6416. Te espero, no podes faltar… Lexi y Sere :).