Este no es un cuento de hadas...

Ocultar tristeza debajo de una sonrisa

 Al salir del colegio fue a la casa de Serena y se quedó a dormir. Necesitaba salir de su ambiente cotidiano y aparte podría presentarse con los padres de su mejor y única amiga. Ellos no estaban tan pendientes de Serena como sus padres de ella. Le pareció raro porque a esa edad los padres se ponen más insoportables que nunca, pero es por solo y únicamente para cuidarnos. Fueron a la habitación y al terminar con los deberes se conectaron con la computadora. Al rato cenaron un rico pollo con papas y al terminar acomodaron los colchones y frazadas para dormir. Era martes, Serena y Lexi se levantaron pero los padres no. Se prepararon el desayuno y se fueron. Cuando llegaron al colegio Lexi no quería ni acercarse a sus compañeros. Se sentía pésima y no quería sentirse peor, pero esta vez un grupo de sus ellos se acercaron pero para molestarla, la insultaban, le hacían burla y la discriminaban por su color de piel. Lexi necesitaba a su mejor amiga, pero estaba en otro curso. Así que sola sin nadie con quien hablar, llorar, expresarse, siguió sus clases. Cuando salieron del colegio Serena vio a Lexi y le pregunto cómo le había ido, ella sin responder siguió su camino. Llego a su casa y fingió que no  pasaba nada, puso una sonrisa y actuó como si nada hubiera pasado.