Un año después.
Hoy ha pasado desde tu nacimiento mi amor, un año desde que mamá tuvo que partir con el alma destrozada dejándolos solos y a la deriva.
Imagino lo grandes que están, aunque no lo crean las he estado acompañando en todas las etapas de su crecimiento.
Mi pequeña Lucia.Tu llanto desconsolado en busca de mi pecho.
Tu primer baño.
Las incontables noches que papá se ha quedado a tu lado para que te duermas.
Tus primeros balbuceos.
Tus primeras sonrisas, papá siempre dice que es igual a la mía.
Tu primer gateo.
Tu primera papilla.
Tu primera palabra (Mamá) papá te insistió mucho en qué me nombraras a mi antes que a él.
Hoy en tu primer año, eres tan hermosa, inteligente. Tus ojos color miel, tu cabello rubio que me hubiese encantado peinar, tus mejillas rosadas que hubiese dado todo por besar y apretar, tu olor que poco pude sentir, tus pequeñas manos y los únicos instantes fugaces que estuvimos juntas.
Hubiese dado la vida por despertarte en tu primer cumpleaños, revolviendo tu cabello y susurrandote que era hora de despertar y colocarte la corona que había preparado para ti.
Pero mamá decidió dar la vida por ti..
Papá seguramente ya habrá abierto la cajita de la corona con el número uno, los banderines, los globos, tu vestido, y zapatos.
También habrá llegado tu primer regalo; una hamaca que disfrutaras en las noches donde ni el pecho de papá pueda hacerte caer en los brazos de Morfeo.
Aquí estoy a tu lado, al de tu papá cantando el feliz cumpleaños con todos tus seres queridos mientras mi pequeña gran princesa te ayuda a soplar la velita.
Paula mi princesa valiente, Sergio también ha hecho un maravilloso trabajo cuidando de tu bienestar, alegrías y sobre todo estando ahí en tus crisis dónde al llanto le das rienda suelta en busca de volverme a ver.
En busca de los atesorados momentos dónde te escabullias en mi cama, acurrucada a mi pecho para dormir.
Nada es fácil para tí Paula, ni para la pequeña Lucia y mucho menos para Sergio.
Mi compañero de vida, el gran amor de mi vida. Te extraño tanto y hubiese dado hasta lo que no tenía para envejecer a tu lado y ver crecer a nuestras pequeñas.
Te ame en vida, y te amo hasta la eternidad. Anhelo ese momento dónde te reuniras aquí conmigo pero debes dejar a nuestras hijas en buenos cuidados.Con un hombre que las sepa amar y valorar tanto o más que el amor que por ella sentimos.
Voy a estar contigo hasta decidas de una vez por todas abrirte a enamorarte de nuevo, debes hacerlo y eres un terco, necio y todas las palabras que llegan a ser negadas por ti. Aquí te esperaré.
Estoy muy orgullosa de las personas que se están convirtiendo, son tan buenos y maravillosos.
Mamá los ama a proporciones gigantes, vivo en la estrella más gigante del cielo azul que papá les muestra a cada una antes de dormir.
Mamá vive en sus corazones.
Sé que mis princesas sienten mi presencia, cuando por las frías noches se despiertan y para no desvelar a papá se quedan quietas mientras a su lado les cantó una canción que nunca llegarán a escuchar pero sus sonrisas son mi motor para mantenerme a su lado no estando en vida.
Muchos días después papá decidió llevarlas al cementerio, la temperatura es ideal para que se sienten en el césped, él me cuenta lo que han hecho hoy mientras sus cabecitas se recuestan en mi placa, las siento hijas mías, siento su corazón latir despacito. Papá llora y ya se han dormido, él las levanta y pronto escucho sus dulce voces.
- mamá.
- te amamos mi amor, te extrañamos muchísimo.
Cuando ya se han ido, a la lejanía susurro un "los amo también".
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Hola :)