•18 maravillosos regalos•

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"se fue tan pronto, y no supe cómo detener el tiempo.."

El día en que el test de embarazo puesto sobre el lavado del baño dió positivo mi vida volvió a llenarse de Luz, luego de dos abortos espontáneos y un diagnóstico abrumador dónde los médicos me aseguraban que no podría tener hijos, llegó la esperanza. Han pasado cuatro meses desde que estás en mi vientre y soy la mujer más feliz del mundo. Todavía no logro sentirte y sin embargo te amo más que a nada en este mundo tan descabellado, tu padre te Lee Miles de libros para saber más de ti a veces lo pienso y siento que se está volviendo loco, verlo en esa etapa dónde quiere tener todo perfectamente controlado para tu llegada, ya se sabe de memoria cada etapa de tu crecimiento y cada día por loco que parezca dibuja una fruta sobre mi vientre según el refleja tu tamaño.

Que afortunado eres, mi amor.

Hoy es un día gris en Madrid y ha mamá no le gusta nada, hoy tu padre se irá aún congreso en lisboa y nos quedaremos solos unos días, es la primera vez desde que estás con nosotros que vamos a pasar tiempo juntos sin la compañía de tu padre, es extraño pero en unos días volveremos a estar juntos los tres.

La noche ha sido horrible, los dolores de cabeza no me han dejado dormir, los contantes vomitos y mareos no ayudan para nada. Habías sido tan bueno en no causarle malestares a mamá. Es temprano por la mañana y los dolores me nublan la vista y al estar frente a un espejo no me reconozco, tengo los ojos rojos y muy hinchados, entonces decido llamar a mi obstetra y tú futura madrina, Alicia:

- Raquel, puede ser la presión y necesito que vengas al hospital - ella asintió como pudo, la verdad no sé encontraba bien.

- está bien, debería llamar a Sergio pero no quiero preocuparlo - la susodicha suspiro.

- primero veremos que sucede y luego le avisas, pero estoy casi segura que son solo síntomas.

- está bien Ali, nos vemos pronto.

Ojalá fuese un síntoma más

ojalá se hubiera dado cuenta antes..

Aquella noticia le cayó como balde de agua fría, sintiendo como poco a poco su vida estaba tomando un curso diferente y en un no muy lejano futuro obligarse a abandonarles.

- Meduloblastoma, lo mejor es operar y luego tratar con quimioterapias pero en tu estado no se puede hacer nada, solo esperar que el bebé Nazca o practicar un aborto en el caso de que quieras comenzar ahora. - ella negó esa posibilidad estaba demasiado lejos de ser la posible, no perdería a su bebé, reprimió un sollozo mordiendo su labio inferior.

- ¿Aborto? Alicia...

- lo sé, se que no lo harías pero podrías congelar tus óvulos y luego hacerte el tratamiento, y si todo sale bien en unos años podrías inseminarte y...

-¿Y si no?, ¿Y si me muero en unos meses?, ¿Y si el tratamiento no funciona? No podría sabiendo que mi bebé tendría que morír..- una lágrima traviesa corrió por su mejilla.

- Raquel no digas eso...

- prefiero que mi hijo Nazca, y en el caso de que no sobreviva, Sergio tendrá a nuestro pequeño.- hablo firmemente, aunque por dentro se estaba rompiendo en Miles de pedazos incapaces de volver a unir.

- Raquel..

- lo siento, no está en discusión.

- debes hablar con Sergio, el debe saberlo. - se lo recordó, el también tenía derecho a saber que la vida del amor de su vida se pagaría si continuaba con el embarazo.

- está noche vuelve a casa, se lo diré.

Que difícil es esto bebé, todavía no se cómo se lo diré a papá, realmente no le temo a la muerte pero si me da miedo dejarlos.

One shot. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora