syv 🇧🇻

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Cuando Rubius llegó a aquella fiesta se sorprendió más de lo que le gustaría admitir; la música no era mala y el ambiente parecía bastante entretenido. Tanto así que logró identificar algunos alumnos de la universidad donde estudiaba, lo cual era extraño considerando que estaban en una fiesta de menores de edad pero… ¿Quién era él para juzgar?

- ¡Rub!

El grito de cierta pelirroja hizo que saliera de su ensimismamiento. Una sonrisa ladina  se formó en sus labios al verla caminar en su dirección.

- Nieves… ¿Qué tal? ¿lista para irnos? – La chica asintió encantada.

- Claro…. Sólo deja despedirme de… Oh, pero si aquí vienen – Dijo notando al par de hermanos que se dirigían hacia ellos. La sonrisa del mayor se ensanchó más al verlos.

- Vaya, vaya… Pero si son los mellizos De Luque… Un gusto volver a verlos, chicos - Saludó, Akira fue la primera en mirarlo.

– Lo mismo digo, Rubius… A nosotros también nos alegra verte otra vez ¿no es así, Sam? – El azabache a su costado frunció rápidamente el ceño.

- Claro… - Espeto irónico, la rubia no tardó en golpearle su costado. - ¡Hey! - Se quejó, más su hermana simplemente sonrió con fingida inocencia.
La risa del peliteñido no se hizo esperar.

- Bueno… ¿Y ustedes dos cómo se irán a casa?

- Vendrán por nosotros… - Explicó la menor, Rubius enarcó una ceja curioso.

- ¿Sus padres? – Al ver la mueca que hizo la chica supo que había hecho mal en preguntar, aun así Akira prefirió tomarlo de buena manera negando rápidamente.

- Oh no, no… ellos… Están de viaje

Rubius asintió. – Ya… Es una putada que nunca estén cuando se les necesitan ¿cierto?

- En realidad… Nunca están

El mayor tuvo que reprimir la sorpresa que tuvo al escucharle, en lugar de eso le sonrió con empatía. - Una putada más grande todavía… - Akira asintió.

De todos los presentes sólo Samuel se dio cuenta de la amargura con la que el peliteñido había dicho aquello, suponiendo entonces que existía la posibilidad de que sus vidas no fueran tan diferentes.
Sinceramente se sintió muy intrigado por saber más al respecto.

- En fin, tenemos que dejarlos… La madre de Nina me cortara los huevos si no la regreso a tiempo y ya tiene casi una hora desde que recibí su llamada…

El par de chicas rio por sus palabras, mientras que el pelinegro simplemente puso los ojos en blanco.

- Adiós Aki, adiós Samu… Los veo el lunes – Dijo la pelirroja con una sonrisa, el par de ojimorados asintió.

- Adiós Nieves – Se despidieron al unísono viendo como la chica se montaba sobre la moto del peliteñido, recibiendo el casco que este mismo le extendía.
Nieves no dudó en rodear el torso del mayor con sus brazos mientras les sonreía victoriosa a sus amigos.

Rubén simplemente negó con una sonrisa.

- Adiós chavales… Portaos mal - Exclamó encendiendo la motocicleta.

- ¡Rubius!

El regaño de la ojiceleste fue lo último que escucharon antes de ver como partían sobre aquel vehículo.

Ambos mellizos suspiraron con cierta amargura, sintiendo una oleada de celos ante la idea de aquel par juntos. Pero esta vez... Por diferentes motivos.

𝔽𝕣𝕠𝕞 ℕ𝕠𝕣𝕨𝕒𝕪 𝕥𝕠...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora