åtte 🇧🇻

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- ¿Vas a salir?

La repentina voz de su melliza hizo que el pelinegro se sobresaltara en su sitio dejando caer su móvil en el proceso. - Ay la leche... ¡Joder, Akira! ¡Qué susto!

- ¿A dónde vas, hermanito? - Cuestionó arqueando una ceja. Samuel levantó su teléfono con cierto nerviosismo.

- Ehh yo... Iré... al gimnasio... - Akira lo miró escéptica.

- ¿Irás vestido así?

- ¡No!... Digo sí - Asintió entre titubeos. - Quedé con los chicos antes...

- Ya... ¿Y tú maleta? - El rostro del azabache palideció momentáneamente.

- Es verdad... La he dejado arriba, qué tonto soy - Dijo rápidamente. - Iré por ella... ¿Tú... Vas de salida? - Akira asintió.

- Ajam, estaré en casa de Nieves

- Oh... Pues... Pásenla bien, supongo

- Gracias Samu - Espetó junto a una sonrisa fingida. - Nos vemos más tarde... - Agregó, ella sabía bien que su mellizo mentía, pero... No iba a cuestionarlo.
No todavía.

Vegetta suspiró una vez que perdió a la rubia de vista. Se quedó dentro de la casa por unos minutos más y finalmente partió con el tiempo que creía apropiado hacia el lugar donde sería su... Hacia donde había quedado con Doblas.

Cuando el reloj marcó 15 minutos pasados de la hora y seguía sin tener señales del peliteñido, su ceño se frunció. Tal vez todo había sido una broma del mayor y él estaba ahí como un pringado esperándolo.

Sin embargo ese pensamiento se esfumó al ver una motocicleta conocida estacionarse a unos pasos de distancia.

- De Luque... - Saludó el recién llegado retirándose el casco. - Lamento la tardanza tío, hay un tráfico que flipas... Mal momento para salir a la calle.

- Ya... Seguro - Masculló vacilante. - ¿No podías avisar? - Rubén arrugó la nariz al escucharlo.

- ¿Y arriesgarme a un accidente o una multa? Ni de coña - Espetó sarcástico.
Hasta ese momento el pelinegro se dio cuenta de lo tonta que había sido su pregunta.

- Bueno... Ya, esta bien - Dijo apartando la mirada. - ¿Y ahora qué?

La expresión relaja del mayor no tardó en regresar. - Ahora... Vayamos a otro sitio, conozco un lugar donde no suele haber tantos vehículos y podrías practicar sin problemas - Samuel lo miró incrédulo.

- ¿Tú... Pretendes que vaya contigo? - Inquirió señalando la motocicleta, una sonrisa inocente se formó en los labios del peliteñido.

- Sí... ¿Por qué no? ¿Prefieres caminar? No queda muy lejos, pero si te tomaría al menos unos 15 minutos andando

-...

- ¿Entonces? - Preguntó esta vez colocándose nuevamente el casco, el ojimorado resopló antes de asentir resignado.

- Vamos...

Dicho esto Rubén le extendió un casco extra el cual Vegetta no tardó en colocarse y montarse sobre la moto del contrario.

- Trataré de no ir muy rápido ¿vale? - El azabache gruñó al escucharlo.

- Ya he viajado en moto antes, Doblas...

- ¿En serio? Genial - Exclamó con una sonrisa, la cual Samuel apenas pudo notar. - Entonces aquí vamos...

Apenas terminó de decir la última palabra, puso en marcha la motocicleta. Vegetta no mentía al decir que había viajado antes en moto, pero... La experiencia era totalmente diferente.
Tanto así que en algún momento tuvo que aferrarse al cuerpo del otro para no caer.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2021 ⏰

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