🦋꒰can we be (boy)friends?꒱˖♡ [JotaKak]

Chapter IX; 🦋

If anybody fucks
with you

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    el último día que Jotaro vio a Kakyoin fue antes de irse a Estados Unidos. recordaba que el pelirrojo se notaba triste y distante,  como si estuviera ausente y esa situación no existiera en su mundo. la verdad es que esto preocupó al moreno quien no sabía que hacer por su amigo.

  Kujo sabía que Noriaki estaba saliendo nuevamente con Dio Brando, cosa que en realidad no le agradaba en lo absoluto, más allá de que sea su "enemigo", había cierta desconfianza que el rubio le causaba. esto no era un secreto, incluso el joven chico de cabellos rojizos lo sabía, pero hacía caso omiso.

  antes de irse, Jotaro, le prometió a Kakyoin que volvería rápido para animarlo y pasar tiempo juntos, pero este se negó, diciéndole que se iría de viaje a Inglaterra para conocer al hermano de su pareja, Jonathan Joestar. esto desconcertó al pelinegro, originando una discusión que acabó en Jotaro yéndose y Noriaki llorando sentado en su cama.

  esa misma noche el azabache debía tomar su vuelo, tenía un sabor amargo en la boca y una notable mueca de molestia. entregó su boleto para que fuera marcado y subió al avión que le correspondía, doce horas después ya estaba en Estados Unidos.

  su abuelo, claramente machacado y con una apariencia de muerto viviente, lo recogió en el aeropuerto. el camino hasta el penthouse del hombre se hizo en completo silencio, no volaba ni una mosca entre ellos y el ambiente se volvió incómodo.  Joseph fumaba un cigarrillo mientras conducía, Jotaro miraba por la ventanilla.

  - ¿como esta mamá? - preguntó  finalmente el pelinegro, su abuelo se volteó a mirarlo, las ojeras en su rostro resaltaban lo cansado que estaba.

  - complicada - dijo en un suspiro, volviendo su vista al camino esperando no llorar.

  luego de esas palabras, Kujo decidió guardar silencio, sabía que no era buena idea continuar la conversación  ya que notaba el malestar en el viejo hombre que conducía ese antiguo mustang. la madre de Jotaro era la única hija que Joseph y Suzie habían tenido, lo que significaba que si fallecía, no les quedaría más que su nieto el cual vivía al otro lado del mundo.

  después de un rato en el auto, llegaron a su destino. era un gran edificio lleno de hermosos departamentos con una vista espectacular, la casa de los Pendleton quedaba hasta arriba de esa enorme construcción. pasaron por la recepción del complejo, saludaron al chico detrás del mostrador y subieron al ascensor que los dirigía al penthouse.

  - ¿tengo olor a cigarro, hijo? -preguntó el viejo Joseph a Jotaro.

  - para nada viejo, así que no te preocupes si la abuela Suzie dice algo - contestó cortante el pelinegro, quien miraba hacia arriba.

  - no es como si las cosas pudieran estar peor entre nosotros -rió con tristeza luego de esas palabras, dejando un mal sabor de boca al chico.

  - luego de ver a mamá voy a salir a caminar, así no los molesto tanto, viejo -dijo, recibiendo un simple "hmh" de parte de su abuelo.

  no se dijeron nada más, el pitido del ascensor llegando al piso indicado y abriéndose dió paso a Jotaro y Joseph de pasar a la enorme casa del anciano donde su esposa los esperaba con los brazos abiertos.