🦋꒰can we be (boy)friends?꒱˖♡ [JotaKak]

Chapter VII; 🦋

I'll tell you all
the times.
 
— 🦋 —

⚠️ Aviso: en este capítulo se relata brevemente una vi***ción, si eres sensible ante este tema, pido por favor que vayas directamente al siguiente capítulo el cuál será publicado en simultáneo con este ⚠️

— 🦋 —

  Noriaki había colgado la llamada con Jotaro, la cual duró incluso más de lo que debía. perezoso revisó la hora en su celular notando que apenas eran pasadas la 1 am, le extrañaba no haber visto señales de vida de Dio, por lo cual se puso de pie y salió de su habitación.

  bajó hasta el comedor, encontrando el sitio vacío con las luces apagadas. subió nuevamente las escuelas a la primera planta, caminando firme hasta la habitación que le pertenecía al rubio. apenas se paró frente a la puerta, logró escuchar algo que le cortó la voz y le heló la sangre. había alguien acompañando a Dio esa noche.

  cubrió su boca, retrocediendo sin más y regresando a su cuarto completamente en blanco. Dio lo había vuelto a hacer, y esta vez ni siquiera se preocupó en ocultarlo puesto que la habitación del rubio quedaba frente a la de Kakyoin.

  una vez dentro, cerró la puerta con seguro, rompiendo en un silencioso llanto que le provocó un molesto nudo en la garganta. apoyó su espalda en la puerta de madera y bajó hasta el suelo, donde abrazó sus piernas en un intento de falso consuelo. volvía a estar solo, roto y en vergüenza.

  pasó varias horas ahí sin moverse, las lágrimas continuaban brotando y cayendo incesantes sobre sus sonrosadas mejillas, era inevitable decir que se sentía asqueado del mayor, más aún así prefirió guardarse su odio para después. se puso de pie limpiando las saladas gotas en sus ojos, caminando a su cama para poder descansar.

  aunque esa noche no pudo pegar ojo, por lo cual optó mirar videos y estudiar algunas frases básicas en inglés. para cuando se dio cuenta, el sol estaba saliendo y las aves comenzaban a cantar. aún así para el sería un día gris, otra vez.

  se cubrió con todas sus mantas cuando escuchó a alguien intentando abrir su puerta sin lograrlo, varios minutos luego el picaporte dejo de sonar, para ese momento Kakyoin ya había caído rendido al extraño calor acogedor de las sábanas, el cual no se igualaba al de su cama.

  tal vez la tristeza causó que duerma más de lo habitual, y aunque tocaron varias veces su puerta no obtuvieron respuesta alguna de su parte. esto hizo que Jonathan se preocupara y, con una llave extra que tenía, abriera la habitación desde afuera.

  grata fue la sorpresa cuando los tres se encontraron un pelirrojo durmiente, tapado hasta el cuello resguardandose del frío. Dio de acercó molesto, quitando cada una de las frazadas que estaban sobre el de cabello rojizo hasta dejarlo al descubierto.

  — ¡que maleducado eres, Kakyoin Noriaki! — exclamó molesto el rubio, cruzando sus brazos al ver como exaltó al menor.

  — ah... lo lamento, debo haberme dormido — contestó sin muchas ganas, detrás de ellos los veían Pucci y Jonathan puesto que discutían en japonés, idioma que ellos no dominaban.

  — completo idiota, te estábamos llamando desde hace horas — la voz de Dio sonaba más dura, dolía.

  — bien, lo lamento, estaba cansando — y con eso dicho, se levantó — ahora por favor, salgan que quiero vestirme.

  Dio en silenció obedeció, no sin antes mirar con desprecio al pelirrojo, quien ya estaba comenzando a desvestir su cuerpo para colocarse prendas más cómodas y así bajar a almorzar. la cicatriz en la espalda baja fue lo último que el rubio observó antes de cerrar la puerta, aún recordaba ese día.