🦋꒰can we be (boy)friends?꒱˖♡ [JotaKak]

Chapter IV; 🦋

stare at people
that we like.

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  Kakyoin no sabía que estaba haciendo. lo último que recordaba era haberse subido a esa moto negra junto con Jotaro luego de colocarse el casco. ahora estaban conduciendo sobre un puente, sin un destino fijo, siendo guiados por el viento costero de esa gran ciudad. los edificios al otro lado de río se notaban más altos, dando paso al verdadero comienzo del área metropolitana.

  ya era de noche, estaba oscuro. Jotaro estacionó a un lado del camino, alumbrando con la luz de la motocicleta hacia donde ellos estaban. de su chaqueta sacó una caja de cigarros, Noriaki se acercó con timidez a el, parándose justo a su lado, apoyándose en el barandal que separaba la ruta de la caída al agua.

  — ¿quieres? — sacó un cigarrillo y lo apoyó sobre sus labios, sosteniéndolo así para poder encenderlo.

  — si — contestó, aunque no le agradara fumar, necesitaba despejar su mente, necesitaba dejar de pensar en el rubio.

  Jotaro le pasó otro cigarro, le indicó que debía apretar una bolillita que había dentro de la envoltura para que la cápsula saborizante se rompiera. Kakyoin lo hizo, y apenas su cigarro fue encendido, le dio una calada. el sabor a cerezas invadió su cavidad bucal, quedando palpada allí gracias a que tragó el humo, para luego sacarlo nuevamente.

  ambos se miraron, el único sonido presente era el agua corriendo bajo ellos, creando un ambiente pacífico. y ahí fue cuando Kujo decidió que era un buen momento para preguntar el porque a la notoria tristeza del pelirrojo a su lado. se quitó el cigarro de la boca, antes de eso dio una calada y soltó el humo sobre el rostro de Kakyoin.

  — ¿por qué estabas triste? — la preocupación en su rostro era notable, más sin embargo no dejaba de lado esa expresión neutral.

  — no era nada solo... un problema, con Dio — bajó su mirada, el azabache se sintió culpable por preguntar.

  — ¿te hizo algo? — volvió el cigarrillo a su boca.

  — lo mismo de siempre, rebajarme, pero no importa — sonrió, fingido, Jotaro decidió cambiar de tema.

  continuaron hablando de temas un tanto triviales, como la universidad y alguna que otra anécdota de preparatoria. Jotaro allí se enteró que Kakyoin estaba con Dio desde el último año de prepa, y de eso ya habían pasado dos largos años. dos años en los que Dio había roto repetidas veces el corazón de Noriaki, dos años de muchas lágrimas derramadas. Kakyoin escuchó la mala suerte de Jotaro con las mujeres, y para sorpresa de ambos, una de ellas había sido el cuerno de Kakyoin. se rieron de esa coincidencia.

  — tal vez podríamos habernos conocido antes — dijo Kakyoin tirando la colilla del tercer cigarro que había fumado.

  — si, es verdad — contestó, volviendo hacia la moto — ven, quiero llevarte a un lugar — se subió poniéndola en marcha.

  Kakyoin obedeció, subiéndose detrás de él. inconscientemente se aferró al cuerpo del pelinegro, pasando sus brazos por la cintura de éste. dicha acción sonrojó al moreno el cual ya estaba conduciendo hacia la siguiente locación a visitar, esta no estaba lejos, pero llegarían más rápido en moto que a pie.

  ambos permanecieron en silencio, el corazón acelerado de Jotaro retumbaba en su cuerpo mientras que las cálidas manos de Kakyoin se aferraban cada vez más a la camiseta del mayor. y ahí fue cuando Jotaro sintió su espalda un poco húmeda. Kakyoin estaba llorando, aferrado a el, mientras andaban en motocicleta por la ciudad.