– Maldición, maldición, voy tarde – dice mientras se coloca apuradamente sus jeans y una camiseta verde olivo, que su novia había halagado por quedar perfectamente con sus ojos.
Anoche, en medio de los preparativos para la noche de Halloween se le había hecho muy tarde, y a pesar de que podía regresar tranquilamente por medio de la Red Flu, su novia y su suegra habían sido muy insistentes en que se quedara en casa, como en los viejos tiempos, así que ahí estaba corriendo contra el tiempo, porque el reloj que lo despertaba puntualmente todos los días se encontraba en el lugar que le correspondía: el nochero cerca de su cama en Grimmauld Place.
Salió del cuarto, no sin antes tropezar con la ropa tirada en el suelo, cortesía de su queridísimo mejor amigo; para colmo, no es su único obstáculo, en las escaleras choca contra un cuerpo femenino con un aroma floral, que piensa, algún día lo hará enloquecer.
– ¿Por qué tanto afán, señor Potter? – le dice la pelirroja, con una sonrisa encantadora.
– Lo siento, Gin. Tengo una cita muy importante – responde, intentando esquivarla. Sabe que si, si quiera la toca se embarcara en una sesión de besos que no le permitirán llegar a hora al lugar que ha planeado durante semanas. "No es el momento de echar las cosas a perder".
– ¿Cita? – cuestiona ceñuda la pelirroja – hoy es tu día libre, Harry. ¿Con quién tienes una cita?
– Ammm... – empieza a decir con nerviosismo – escogeré un disfraz... si, si eso, un disfraz.
– Tú ya tienes tu disfraz, ¿recuerdas? ayer llegaron vía lechuza.
– Ah, aaammm si, cierto – murmura "que excusa más estúpida" – es que... en verdad solo veré a Kinsgley por un nuevo caso. No te preocupes, volveré pronto – asegura. Sigue bajando las escaleras a máxima velocidad, y no puede evitar tropezar en los últimos escalones.
– Ten cuidado, idiota – le dice ella que iba persiguiéndolo, alcanza a cogerlo del brazo antes de que caiga.
– Gracias – se voltea, "se ve tan hermosa con esa faldita roja", le da un besito rápido en los labios y vuelve a tomar camino – vendré más tarde a recogerlos a ti y a los niños para ir a pedir dulces a Londres muggle.
– Si, si, si – responde ella – recuerda llegar a tiempo, debemos ir temprano por que los niños se pueden resfriar. Te atreves a llegar un minuto tarde, Potter... y sabrás cuanto te amo, cariño – advierte, imprimiendo ironía en la frase. Lo mira tragar duro con esa típica expresión de: tengo miedito, pero se recompone rápidamente.
– Tranquila, estaré aquí. Te amo, pelirroja –. Toma polvos Flu y lo último que le escucha decir es 'Callejón Diagon'.
*HG*
Suspira fuertemente, "por poquito, ahora vamos, Potter", sale de la chimenea y se dirige a Londres muggle, atraviesa el Caldero Chorreante, donde no saluda ni a Tom, pasa de largo como una sombra.
Llega hasta un establecimiento bastante lujoso, donde predomina los colores dorados y negros, entra y lo recibe una joven rubia con una sonrisa cordial.
– Buen día, señor Potter – saluda, extendiendo su mano para estrechar la de él –. Bienvenido a PIAGET Boutique, mi nombre es Melanie Rackom, seré su asesora el día de hoy.
– Buen día... señorita Rackom– balbuceó, intentando recuperarse – lamento la tardanza.
– No se preocupe, solo han pasado 5 minutos de la hora de su cita. Ahora, que le parece si empezamos, señor Potter ¿Qué está buscando y para qué ocasión?
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H.J.P.E & G.M.W.P (one shots)
FanfictionMini historias de mi pareja favorita de Harry Potter, Harry y Ginny, según me dé mi inspiración. Algunas pueden ser apegadas al canón u otras en universos alternos. Todos los personajes pertenecen al mundo mágico de Harry Potter creado por JK Rowlin...