CAPITULO VI - HANAMI

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Una noche decidí ir a nuestro lugar especial, donde comenzó todo, esta vez era más cálido, transcurría con normalidad la primavera y podría contemplar las flores que el tanto amaba.

Camine y camine hasta encontrar nuestro pequeño lugar especial. Estuve al menos una hora sentado en una pequeña banca que se encontraba ahí frente a un gran árbol, frente a las estrellas.

Durante ese rato estuve pensando y observando como los hermosos pétalos caían de los árboles, hasta que después de tanto pensar en él, después de tanto guardar mis sentimientos casi haciendo que estos me consumieran, finalmente mis ojos poco a poco fueron llenándose de lágrimas, hasta cubrir mi rostro y hacer apretar mi pecho con el mismo dolor que sentía desde la aparición de su cabello oscuro.

Lloré, lloré como no sabía que se podía llorar, lo extrañaba, y está mierda dolía como el infierno. Continúe llorando hasta la media noche, apreté mis ojos y muy dentro de mi ser, agradecí.

Agradecí por la vida que me había tocado, agradecí al universo, a Dios, a la madre naturaleza o a cualquiera que haya permitido que él se cruzara en mi vida, agradecí ser yo el que tuviera que sufrir de está manera y no el, ya no que no soportaría que él se sintiera de la forma en la que me siento en este momento.

Sabía que nada podía cambiar las cosas que habían pasado, y que el lamentarme sólo empeoraria las cosas, pero algo dentro de mi, simplemente deseaba regresar a la noche en la que nos encontramos.

Cuando éramos felices, cuando lo tenía a mi lado, cuando lo tenia todo.
No ahora, que lo único que me acompañaba era ese horrible sentimiento en mi pecho y las lágrimas que caían a través de mi rostro demostrando lo vacío y triste que me sentía.

Finalmente sequé mis lágrimas, estuve un poco más pensando en él y observando como aún caían unos hermosos pétalos mientras podía sentir en mi rostro el frío de la noche.

Las estrellas esa noche eran hermosas, brillaban con más intensidad como si supieran algo...

Las estrellas esa noche eran hermosas, brillaban con más intensidad como si supieran algo

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La estrella más brillante / Kiribaku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora