A la mañana siguiente se levantaron temprano para emprender el viaje. Nathaly recogió todo muy rápido y en silencio, pero notó que su amigo también estaba callado, cosa rara en él, así que decidió guardar su mal humor mañanero y hablar.
- Oye, ¿Te pasa algo Finn?
- No.
- Ajá, y ese no tan rotundo es de felicidad ¿no? Venga Finn, qué soy yo, suéltalo.
- Pues que no me hace gracia ir con ellos. - Finn parecía muy enfadado.
- ¿Otra vez con eso? - Nathaly estaba cansada del tema, y más con la poca paciencia que tenía de buena mañana - Pensaba que ayer lo habíamos dejado claro, es nuestra única opción de lograr algo.
- Ya lo sé. Pero ayer por la noche le estuve dando vueltas y no me fío Nath, no me fío.
- Es que no te tienes que fiar Finn...
"Toc Toc" - Llamaron a la puerta y de repente esta se abrió ligeramente.
- ¿Interrumpo algo? - Era Talía
- No, no tranquila. Ahora bajamos - Contestó Nathaly rápidamente.
- Perfecto. Os esperamos fuera en la puerta. - Y con una sonrisa se despidió y cerró la puerta.
Nathaly se giró con cara de muy mala leche hacia Finn y le dijo con un tono muy tajante.
- Mira, tu haz lo que te dé la gana. Yo me voy con ellos, con o sin tí. - Dió media vuelta y salió de la habitación dando un portazo.
Finn se quedó allí unos minutos en silencio. Pensando. No quería ir con esa gente, pero le hacía menos gracia que su amiga fuera sola con ellos. Así que no tenía más remedio que tragarse su orgullo y bajar con los demás.
Al salir de la posada Finn vio que estaban los tres fuera, listos para marchar.
- ¡Ya estamos todos! ¡Genial! ¡Vámonos! - Talía estaba entusiasmada, pero era la única. Cerca de los demás se respiraba un ambiente mucho más tenso.
Entonces pasó algo inédito. Orión dijo su primera frase desde que lo habían conocido.
- ¿Nos ponemos en marcha, o qué?
- Si, sí claro - Respondió Nathaly muy sorprendida y un poco acojonada por el tono de voz de Orión.
Emprendieron la marcha de inmediato. Talía y Orión hacían de guías, mientras que Nathaly y Finn iban detrás en silencio, pues estaban peleados y no tenían ganas de hablar entre ellos. Nathaly no entendía porque su amigo se ponía así, no tenían otra opción y ella sí se fiaba, al menos de Talía, le había parecido una buena chica, había algo en ella que le transmitía confianza, no sabía explicar qué era, pero estaba dispuesto a conocerla más. Respecto a Orión, le parecía un chico un tanto extraño, tanto físicamente como de carácter, pero pensó que tal vez solo necesitaba tiempo, al fin y al cabo no hacía ni dos días que se habían conocido, así que entraba dentro de las posibilidades que solo fuera tímido.
El día se le hizo muy largo a Nathaly, no habló con nadie en ninguna ocasión. Con Finn estaban peleados, y los hermanos al ir más adelante le dio corte ponerse a hablar entre ellos. A la hora de la comida tampoco hubo mucha conversación, pues todos la llevaban preparada y no les hizo falta hablar de muchas cosas. Talía intentó iniciar un par de veces conversación, pero al ver que los demás no estaban por la labor decidió dejarlo correr y callar como todos.
Al fin llegó el anochecer y Talía le propuso a Nathaly de ir a buscar leña juntas, así tendrían la ocasión de conocerse un poco más. A Nathaly le pareció bien, pues pese a haber estado la mañana anterior juntas no sabían mucho una de la otra y menos de su hermano y le picaba la curiosidad. Los chicos mientras tanto se quedaron deshuesando los conejos que Finn había cazado, a diferencia de las chicas, en silencio absoluto.
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Nathaly
FantasyNathaly es una chica de 21 años que vive en un pueblo, en una pequeña montaña, alejada de todo el mundo. Tienen una vida feliz que comparte con su padre y su primo Raily. El día de su vigesimoprimer cumpleaños empieza a notar que le ocurren cosas ex...