5.- "Valentía"

188 34 43
                                    

[Advertencia posible contenido sensible]

Mikasa alejó el móvil de su oreja por unos segundos mientras observaba la gran casona renacentista que los Di Capi mantenían para sus reuniones privadas sin las excentricidades a las cuales estaban acostumbrados en sus mansiones; esto era netamente para negocios.

Al acercarlo nuevamente a su oreja la voz de su amiga se iba incrementando cada vez más.

-...!Mentirosa¡¿crees que podías ocultármelo? -grito enfurecida- ¡Jean me ha contado todo! ¡era demasiado sospechoso de tu parte intentar hacer algo sin mencionármelo como siempre lo haces!

-¿Te conto también lo que harían con él? -respondió de la misma forma- Sasha escucha, lo hago por su bien nada malo me sucederá ¿si?, ellos tienen códigos y si me presento en su lugar el castigo no será grande.

-¡Podrían matarte pendeja!¡hemos crecido con ellos, eso de "el castigo no será grande" son meras estupideces! - la desesperación en su voz iba en incremento -¡devuélvete ahora, Jean ya esta en camino!

-Cambie los GPS, no podrá encontrarnos...

-¡Si el se presenta no habrá problema eso me di...! ¿!espera que¡? ¡Mikasa Ackerman será mejor que no intentes nada absurdo o te juro que..!

-Adiós -la interrumpió- te quiero.

Colgó con pesar sin terminar de explicar su plan estratégico . Aquellas palabras sonaban tan ligeras con el aire, pero en estos momentos pesaban de una manera indescriptible; creyó ser lo suficientemente fuerte para tomar su lugar y presentarse, sin embargo estando ahí a metros de la entrada principal su corazón no dejaba de latir con ferocidad.

La última vez que estuvo presente en una de sus ocasionales reuniones fue hace ocho años atrás. Nunca logro ver las caras de los miembros, pero si logro ver la del chico que entro y jamás salió; era tan borroso que las imágenes del lugar eran especificas, jarrones, cuadros, el jardín repleto de flores...y los gritos resonando por todo el lugar.

¿Es aquello a lo que temo?¿la muerte? ¿al dolor?

Se encontraba a sí misma tiritando después de mucho tiempo; pero ya se estaba aquí y no daría marcha atrás.

Entro calmadamente a lo que conduciría al gran salón colonial; las figuras en mármol yacían por todo el lugar, al igual que hermosos cuadros pintados por grandes artistas alrededor del mundo, junto a ellos jarrones que datan de más de setecientos años de antigüedad conservados cuidadosamente tras cajas de cristal monitoreados las 24 horas del día.

A pesar de tener un vago conocimiento del lugar, la reunión prevista era en el salón de reyes encontrada bajo los cimientos, cual única llave la poseía el miembro numero uno y el más longevo de todos.

Alzo su muñeca observando las manecillas del reloj moverse con una vil rapidez.

Solo 15 minutos

Continuo inspeccionando el lugar para finalizar su recorrido en la terraza principal, camino hacia el jardín y como recordaba, lucía exactamente como hace ocho años.

-Quien diría que tu existencia se alzaría en base a dinero ensangrentado -susurro con mofa, acariciando una rosa cerca del barandal- es bueno que no poseas consciencia.

-Esa es una buena analogía para una flor -dijo conteniendo la risa- enserio, lo es.

Se volteo con rapidez encontrándose a un extraño chico de pie junto a los grandes ventanales de la terraza.

HIJOS DE LA MAFIA |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora