#1: "La primera vez"

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Estoy sentada en la cama de la habitación de la residencial. Miranda está al otro lado, estudiando los perfiles psicológicos para el examen que tiene mañana. Yo en cambio, tengo todo desparramado y lleno de post-it sobre el colchón, tengo una maqueta que entregar mañana junto con la presentación y me tiene con los nervios de punta, yendo cada dos por tres al baño a vomitar.

- ¿Estás segura de que no quieres que te de una píldora?

- No, estoy bien – contesto por cuarta vez -. Los nervios siempre me han jugado en contra.

- Okay.

La pelirroja sigue en lo suyo y unos golpes en la puerta, me hacen saltar como un resorte en su dirección. Ahí está el chico más hermoso que mis ojos hayan podido ver: Ian Fisher.

Ian es tres años mayor que yo y está en el último año de Contabilidad. Nos conocimos en la biblioteca después de año nuevo y hemos estado saliendo alrededor de seis semanas.

- Hola – saludo invitándolo a pasar -.

- Hola, Nick – deposita un beso cerca de la comisura de mi labio y me sonríe con coquetería -. Hola, Miranda.

- Hola, principito – dice rodando los ojos -. ¿Te llevas a mi compañera otra vez?

- Solo si ella me lo permite – dice mirándome con los ojos azules cargados de esperanza -.

- Tengo que entregar esta maqueta mañana, junto con la presentación – digo mirando todo lo que tengo en la cama -.

Miranda resopla. Hemos entablado una buena relación gracias a que somos compañeras de cuarto, ella fue una de las primeras en enterarse de Ian y la que me motivó a decirle que sí cuando me invitó a salir.

No se conocen mucho, apenas se saludan e intercambian una que otra palabra cuando Ian viene a visitarme, pero suele molestarle el que lo haga y yo la mayoría del tiempo me niegue por temas de la Universidad.

Me volteo hacia él y le hago un puchero. No tengo el mismo status que él y Miranda, a ellos les pagan la Universidad; yo estoy completamente becada.

- Lo siento, pero creo que voy a tener que pasar.

- ¿A qué hora debes entregarla? – me pregunta -.

- A las tres.

- Prometo venir a ayudarte mañana temprano, pero ven conmigo – me ruega con sus hermosos ojos azules brillando de la emoción -. Tengo una sorpresa.

- Anda, Nicole, no seas aguafiestas – me mira Miranda -. El chico parece un cachorrito desesperado.

Los miro a ambos y termino por ceder. Ian me gusta demasiado, me produce cosas que creí solo existían en los libros.

- Vale, espérame fuera – digo empujándolo por la puerta -. Quince minutos.

- Bien.

Deja que cierre la puerta en su cara y corro a cambiarme.

- ¿Me ayudas a escoger algo? – le pregunto rogándole con los ojos -.

- Lottie siempre solía ayudarme, pero...

- Sí, sí – me sonríe poniéndose de pie -. Soy tu repuesto de mejor amiga.

- Oye, claro que no – digo dándole un beso en la mejilla -. Eres suficiente amiga por ti misma.

- Gracias por la aclaración – se ríe -.

Se me te en mi closet y busca algo que se me acomode. Termina sacando un vaquero gris ajustado, una camiseta blanca de pavilo, zapatillas y chaqueta negra.

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