Siempre te elegiré a ti.

436 28 1
                                    

Jeon Jungkook jamás se imaginó que tendría que volver a poner un pie frente a ese edificio. Aquel en el que resguardaba tantos recuerdos junto a la persona que más amó en el mundo, pero también aquel que le quitó los sueños; y la vida a esa persona. Y mucho menos se imaginó tener que volver, únicamente para recoger sus cenizas.

Durante cuatro años fue consciente del daño que su pareja se hacía a sí mismo, cada uno de los cortes, los rasguños, los golpes. Todas las autolesiones, sin embargo, nunca supo cómo ayudarlo.

— No podemos seguir así, necesito que me ayudes a ayudarte

— Ya no hay nada que puedas hacer, Jungkook, este problema no nos involucra a ambos. Sólo me concierne a mí y no quiero hundirte conmigo en esto.

— ¿Y qué si yo quiero hundirme contigo? Por algo eres mi pareja, no puedes simplemente darte por vencido y dejarme así.

— No creas que es fácil para mí tampoco. Pero tú supiste desde el principio con lo que venía. A pesar de todo lo que has hecho, no creo poder continuar.

— ¿Ni siquiera por mí?

— Es precisamente por ti que necesito terminar con todo esto, no puedes seguir amarrado a alguien con tan poca estabilidad mental y emocional, sólo te harías más daño.

— Esas son cosas que se pueden arreglar, por favor, vamos con el especialista, él está muy dispuesto ayudarte.

—... Sí acepto ir... ¿me dejarías dormir solo esta noche?

— ¿Por qué?

— Solo necesito pensar bien qué cara le voy a mostrar al doctor, por favor.

Jungkook sabía que no era buena idea, tenía muy claro que no debía dejarlo solo, empero, el invadir su privacidad contra su voluntad tampoco estaba en sus planes. Solo ansiaba que la misma confianza que él había depositado en aquella persona, se le fuera devuelta de la misma forma. Pero no fue así.

— Está bien, pero ahora tú prométeme que en serio irás a la rehabilitación.

— Sí, claro, pero no te hagas muchas ilusiones al respecto. Todos sabemos que soy un caso perdido.

— Para mí no. Confío en ti y sé que harás lo correcto.

Un beso lleno de amor fue lo que dio por terminada esa última conversación entre ambos, sin saber que esa misma noche esa persona tomaría una terrible y definitiva decisión en su vida.

Jungkook todo el tiempo supo lo que ese ser de luz padecía, unos padres desinteresados que nunca supieron valorar todo el esfuerzo que ponía en cada cosa que hacía. Amigos... bueno, personas que se hacían llamar sus amigos, quienes tarde o temprano terminaban simplemente utilizándolo para beneficio propio; y ni hablar de aquellos que abusaron de él de otras mil formas posibles.

Toda la vida Kim Taehyung fue un infierno desde la primaria hasta que llegó a la universidad, lleno de secuelas cancerígenas para su vida. Hasta que llegó un momento en el que pensó que autolesionándose iba a solucionar sus problemas. Que esa, era la soga que lo sacaría de ese pozo sin fondo.

Ni siquiera el mismo entendía cómo fue que logró sobrevivir tantos años en un mundo tan mierda cómo ese. No había nadie que valiera la pena en un mundo así, y no quería creer en nadie. Hasta que llegó cierto pelinegro a su vida, que de alguna u otra manera logró colarse en lo más profundo de su corazón, y hacerle entender que no todo el mundo quería hacerle daño; que habían personas que de verdad lo amaban por lo que era, y valoraban todo lo que era capaz de hacer.

Esas personas que a veces te hacen ver la luz en medio de la oscuridad, son aquellas que se vuelven valiosas, importantes, icónicas en tu vida, pero que a pesar de todo, son aquellas a las que no quieres arrastrar a tu propio abismo

Ambos juraban amarse enormemente, tanto que en una decisión precipitada optaron por comprometerse en matrimonio, y a pesar de no estar casados, aun así convivían como uno.

Lastimosamente no todo es color de rosa. Kim Taehyung lo sabía, tenía muy en claro que los fantasmas que rondaron por años su vida no estaban del todo extintos, aún continuaban ahí, atormentándolo por las noches mientras dormía plácidamente al lado del hombre que amaba.

No supo cómo. Tampoco por qué. Pero sus inseguridades volvieron de un momento a otro tan fuerte, que su relación poco a poco se iba en declive.

Era su culpa. Todo era y siempre fue su culpa, y a pesar de que nunca nadie dijo esas palabras, él aun así lo pensaba de esa manera.

No quería. Simplemente no quería arruinar la vida del único ser que ha amado, y que fue capaz de amarlo con toda esa oscuridad a su alrededor. No podía deteriorar la vida de esa persona así.

— Jungkook, creí que no vendrías —murmuró el rubio parado frente a él.

— En realidad no iba hacerlo, de hecho me sorprende estar parado aquí —corroboró.

— No debiste si no querías. No tienes porqué torturarte de esa forma. —Tomó aire y exhalo con aflicción— Nosotros ya hicimos todos los trámites, ahora depende de ti lo que quieras hacer con ellas —dictaminó entre lágrimas, entregándole un cofre de color morado aperlado— Buena suerte en tu vida Jungkook. Debes intentar salir adelante por él.

Gotas saladas descendían por sus mejillas, aquellas que consideró extintas después de haber perdido a la única persona que llegó a darle color a su vida.

Aún se le hacía difícil creerlo o aceptarlo. Nunca nadie está listo para perder a la persona que ama de esa forma tan cruel.

A las afueras del bosque Suraksan, en la provincia de Gyeonggi-doen, en una lejana cabaña donde ambos se empeñaron a crear tantos recuerdos juntos, ahí fue donde decidió que sería el lugar idóneo para que sus restos descansaran eternamente.

Con cuidado empezó a acabar, no muy profundo ya que no quería olvidar nunca en dónde se encontraba; ocultó el cofre dentro de ese agujero de tierra, y en cuánto lo cubrió, tomó el aro de plata que adornaba su dedo anular, colándolo dentro en la misma. Desapareciendo así, la única cosa material que lo mantenía todavía unido a él.

— No voy a preguntar por qué lo hiciste, porque la respuesta está más que clara. Ni siquiera yo fui lo suficiente para evitar que te hicieras daño. Ni siquiera yo fui capaz de ayudarte. Lo lamento tanto Taehyung.

Y ahí, con lágrimas inundando sus ojos, fue donde Jeon Jungkook enterró los últimos recuerdos que le quedaban de él. Recuerdos amargos que conservaría en su corazón, pero que trataría de borrar de su mente para preservar solo aquellos hermosos y dulces que le hacían sonreír, y darse cuenta de que a pesar de todo nunca se equivocó al elegirlo.

Y de que en realidad, esa persona tampoco estuvo nunca arrepentido de haber hecho lo mismo con él.















JeonKimShipper.

Siempre te elegiré a ti - Three Shot KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora