¿Vida? ¿Cuánta importancia le damos a esa palabra?, bueno la verdad creo que esa es la palabra más importante que existe. ¿Pero? En cuántas situaciones nos pone esta, cuán mala puede ser ella con nosotros. Todos esperamos que nuestra vida sea como nuestra peli de amor favorita en la cual terminamos con un gran final feliz, o vivir una gran historia de amor como Romeo y Julieta o cosas así. Si al leer estas líneas creen que vengo a hablarles de amor pos están en lo correcto porque el tema de todo esto es AMOR.
Digamos que soy una de las tantas personas en el mundo que no han tenido suerte en el amor o que aún no lo encuentra, ¿y preguntaran que tengo de especial? NADA, esa es la palabra, pero digamos que estoy haciendo lo que muchas de esas personas no han hecho y estoy contando mi historia y tal vez la de muchos.
Mi nombre es Ayshell Valle y soy un chico de casi 19 putos años, alto de 1.85, de tez morena, cabello rizado y grandes ojos de color marrón, y que al parecer todos creen que me los pinto cosa que no es así. Tal vez atractivo depende como me miréis, simplemente un chico normal, estudio música y soy un gran amante de la fotografía y quizás un poco rarito ¿si pensé que algún día escribiría un libro?, bueno nunca estuvo en mis planes, pero esta es mi forma de juzgar mi propia vida.
Las decepciones nos marcan, son grandes cicatrices que con el tiempo se vuelven más pequeñas, pero nunca desaparecen. En estos años me he decepcionado muchas veces, y me he decepcionado más de mí que de otras personas.
Y vamos a remontarnos a los 9 años, ¿Quién no ha tenido ese típico amor de la infancia? Como casi todos lo han tenido yo no voy a ser la excepción, todo es muy lindo se toman de la mano, ríen, corren, juegan, todo con mucha inocencia, pero ya no es tan lindo cuando vez a otro crio dándole flores a la niña que te gusta y yéndose con ella de la mano, y yo quedando lentamente en el olvido, en ese momento me pregunto ¿Por qué rayos nunca se me ocurrió darle flores?
Aunque no es nada relevante, los amores de la infancia de todos modos duran muy poco, y ya al otro día están enamorados de otra, al menos a mí me gustaban como 5 y tenía otras 10 que decía que eran mi novia y ellas ni se habían enterado. Y no podía faltar la mayorcita de mis sueños que sin importar que mayor era para mí estaba súper que enamorado de ella.
La verdad la infancia es lo más lindo a pesar de todo, no tienes que preocuparte por nada, tus padres te lo dan todo, lloras por dulces y no por amor, y literal tu corazón es "irrompible".
Pero cuando ya pasas el 6to grado, llegas a la secundaria, en mi caso entras a la escuela de arte que tanto deseabas, ya vas de camino a la pubertad, y el amor se torna algo más serio. Empiezas a experimentar cambios tanto en tu cuerpo como en tus sentimientos, te importa lucir bien y parecer "cool" para impresionar a las chicas.
Ya tu forma de pensar no es la misma y como ser humano ya piensas en la posibilidad de estar acompañado, comienzas a preguntarte ¿Qué es el amor? Y ¿Cómo se siente? Vez a los chicos de tu aula ya teniendo sus primeras experiencias y tu simplemente no quieres quedarte atrás. Puede que solo sean ideas vagas en la mente de un adolescente, pero siempre pasa algo que tiene que ver con amor.
Y de un momento a otro ELLA, alguien que nunca habías visto pero sentías algo inigualable, ahora entra el típico momento de película donde nuestras miradas se entrelazan y todo, absolutamente todo se pone en cámara lenta a nuestro alrededor, ¿y ella? Ella sonríe mientras camina y yo quedo como un gran bobo delante de todos. De un momento a otro todo está en blanco en mi mente y solo me pregunto quién será ella y como se llamará.
Lógicamente mis compañeros tampoco saben, pero están tan perplejos como yo por aquella chica y que chica, se podría decir que no parecía de nuestra edad por la seguridad con la que caminaba, si algún día fuera a casarme pos lo haría con ella sin pensarlo dos veces. Sus cabellos eran tan negros como la noche, y lo adornaban unos esponjosos rizos que parecían hechos de algodón, a pesar de que era bajita tenía una sonrisa que la hacía ver como una gigante.
La pregunta del día en ese momento era ¿Quién será esa chica? Solo sabíamos que al parecer era violinista ya que llevaba su instrumento en la mano y que ella era la única causa por la cual me convertiría en Sherlock Holmes en los próximos días.
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El diario de mis desamores
Teen FictionEsta es la historia de un chico de 18 años llamado Ayshell Valle, el cual nos cuenta paso a paso el recorrido amoroso por el cual a pasado desde su primer amor hasta llegar a la actualidad. Con un poco de humor y sarcasmo este chico nos va a contar...