Mer y yo, como todas las mañanas antes de ir al instituto de mierda, desayunábamos en el "Dunkin' Coffee" de la calle Fuencarral. Hablamos de chicos, exámenes, amigas...
Pagamos y nos fuimos a la cárcel, ósea, al instituto.Cuando llegamos le vi en la entrada del colegio, fumando, con su sonrisa de siempre, mirándome. Tomás Beltran, era alto, moreno, mi amigo desde hace años. Yo le devolví la mirada, y él se acercó a mí.
Mer me susurró al oído: "Me voy con las demás, te veo en clase pillina" La miré y le sonreí."Hola, preciosa" me dijo él. Me giré, allí estaba él, como siempre, perfecto.
"Hola" dije yo, con una voz cristalina.
A segunda hora, a las 10 en punto, al lado de la puerta del baño de los chicos, pide ir al baño y nos vemos ahí, quiero decirte algo.
Asentí y subí con él a clase.Me tocaba Sociales. Saqué el móvil y vi que tenía un Whatsapp de Mer que decía: ¿que te ha dicho?
La miré y sonreímos las dos a la vez.
Le conté lo que me había dicho hace unos minutos y cuando me quise dar cuenta, acabo la clase.A segunda hora me tocaba Inglés. A las 10 en punto le pedí a la progesora ir al baño, y me dejó, cosa rara en ella.
Salí de clase y ahí estaba él, al lado de la puerta del baño de los chicos.
Me acerqué y le dije:
¿Qué pas... Me cogió de la cintura y me besó. Me hacía señas para entrar en el baño y liarnos, pero de repente oímos la cadena del bater. Yo volví a clase y él entro en el baño
Entré en clase, cogí el móvil y el conté todo a Mer. Se giró hacia mi y gritó: ¡QUE FUERTE!
La profesora de inglés le puso una amonestación, pero a ella le daba igual, siempre le daban igual.
Acabo la clase y salimos al pasillo.
Tomás salió de su clase y me susurró: "me he quedado con ganas de más" Le sonreí.