recnac transfaerso (1) - harry potter

capítulo 36: conversaciones

Disclaimer: No me pertenece nada.

Conversaciones

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El día siguiente, Hogwarts era la epitome del caos. Todas las clases y exámenes habían sido cancelados. Los elfos domésticos eran distraídos por los fuertes lloriqueos de Dobby, desde que este se había enterado de las noticias. Habían mandado lechuzas la noche anterior, y los padres demandaban llevarse a sus hijos a casa. Reporteros acosaban a Dumbledore como si pensaran lincharlo. El ministro interrogaba sin parar a los Mortifagos con Veritaserum y los mandaba directo a Azkaban. Expertos fueron llamados para asegurarle al ministro que el cuerpo en verdad era el del Señor Oscuro. Pronto fue retirado de la escena, aun que nadie estaba seguro de lo que el ministerio iba a hacer con el. Nadie quería que enterraran el cuerpo cerca de sus casas.

El Ministerio trato de llevarse el cuerpo de Harry también, preguntando quien se haría cargo de los arreglos funerarios, pero Dumbledore se negó a que alguien se lo llevara y prometió contactarlos mas tarde para arreglar todo.

Furiosa la Profesora McGonagall grito y abofeteó a la Profesora Trelawney, cuando esta había presumido sobre predecir la muerte del chico. La Jefa de Gryffindor se le había echado encima y comenzado a jalarle el pelo cuando los otros profesores las separaron. Cuando la sacaban de la habitación esta grito, "¿Si ella puede predecir el futuro tan bien, por que no predijo esto, eh?" a la vez que la profesora de Adivinación sostenía su mejilla y la miraba sorprendida.

El Profesor Flitwick la guió hacia fuera de la habitación, alabando la muy bien merecida llamada de atención hacia la idiota profesora de Adivinación, claro después de darle una taza de te para tranquilizarla.

Los Weasley también aparecieron en estado de histeria, demandando que Dumbledore en persona les dijera exactamente lo que había pasado. Cuando termino de contarles, la Sra. Weasley lloro por media hora sin parar antes de pedir ver el cuerpo de Harry. Dumbledore los guió hasta su habitación privada, agradeciendo por haberle puesto un hechizo de preservación al cuerpo de Harry.

Entraron a la habitación para encontrar a Sirius sentado por un lado de la cama, viendo fijamente a su ahijado. Remus estaba sentado atrás de él, murmurando palabras de apoyo hacia Sirius, siendo el único en darse cuenta de la llegada de los Weasleys. Levanto la mirada de asintió solemnemente.

Caminaron hasta la cama. El cuerpo de Harry descansaba en la enorme cama de Dumbledore, haciendo que el chico se viera mucho más pequeño de lo que era. La Sra. Weasley miro la cara del inocente muchacho que ella consideraba como si fuera uno de los suyos.

Delineó delicadamente la cicatriz en forma de rayo con sus dedos. Entonces se inclino y beso su frente suavemente, sus lagrimas mezclandose con el negro cabello.

"Siempre hemos estado orgullosos de ti, Harry, siempre." Murmuro antes de levantarse, limpiándose las lagrimas.

"¿Cómo estas Sirius?" pregunto el Sr. Weasley con gentileza. Sirius los miro por unos segundos sin expresión en su rostro.

"Ni siquiera me pude despedir." Murmuro, antes de romper en llanto, hundiendo su cara entre sus manos. Remus masajeaba su espalda tratando de calmarlo, con una mirada de profunda tristeza. Los Weasleys los miraban sin poder hacer nada. La Sra. Weasley se volteo hacia Dumbledore.

"Necesito ver a mis hijos ahora." Demando, con una mirada ansiosa en sus ojos.

"Y a Hermione también, si sus padres no han llegado todavía." Añadió el Sr. Weasley.