recnac transfaerso (1) - harry potter

capítulo 38: el fénix - parte I

Disclaimer: No me pertenece nada.

Advertencia: Se recomienda que de ahora en adelante siempre que lean esta historia tengan por un lado pañuelos desechables de emergencia, repito vayan corriendo por una caja entera de pañuelos desechables, lo más probable es que lo necesiten!

El Fénix – Parte I

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Cuando Dumbledore se arrodillo junto a Snape, el maestro de pociones gimió levemente y abrió los ojos cansado. Dumbledore respiro aliviado sin darse cuenta que había dejado de respirar expectante.

"¿Funciono?" murmuro Snape cansado.

"Ten Albus," dijo Madame Pomfrey, dándole un recipiente con algo para ayudarle a Snape a recuperar algo de energía. "Harry esta vivo, pero muy débil. No ha despertado."

"¿No?" pregunto Snape preocupado, levantándose torpemente del piso, todavía exhausto. Y así como le habían dicho, Harry respiraba y tenia pulso, pero todavía se veía como si estuviera muerto. "¿Oh no, y si su alma escapo de alguna manera?" dijo, con pánico evidente en su voz.

"Eso es imposible ya que su energía de vida no se destruyo. Todo lo que podemos hacer es esperar y ver que pasa. Mientras tanto, necesitas descansar. Te ves como si te fueras a desmayar de un momento a otro. Draco puede dormir en mis habitaciones por esta noche. ¿Si me das una de tus pociones para dormir sin soñar, Poppy?"

Con un movimiento de su mano, conjuro otra cama. Y a pesar de las protestas del maestro de pociones le ayudo a llegar hacia ella. Pero a pesar de estas, el hechizo le había agotado demasiado y en tan solo unos segundos de que Dumbledore lo forzara a acostarse, ya estaba profundamente dormido. Madame Pomfrey le quito los zapatos y lo cubrió con una cobija. El Director también camino hacia la cama de Harry y con un movimiento de su mano le cambio a unas ropas más cómodas, a las típicas pijamas de la enfermería.

"¿Les dirás ya a los amigos de Harry?" murmuro ella cuando empezó a inyectar unas cuantas pociones en el brazo de Harry para ayudarle en su recuperación, si es que había alguna.

"No. Tenemos que ver primero cual es la condición de Harry." Dijo en voz baja. "Necesito ir por Draco, ¿estarás bien cuidando de los dos?"

Madame Pomfrey solo levanto una ceja exasperada.

"Oh cierto. Claro que vas a estar bien. Se me salio decir esto, Poppy, no te ofendas." Dijo con una sonrisa de diversión.

"Así es, Yo puedo cuidar muy bien de mis pacientes, Albus. Ahora vete, te veré en la mañana." Dijo ella, sacándolo de la enfermería.

Después de que el Director desapareciera con un recipiente de poción para dormir, Madame Pomfrey regreso al lado de la cama de Harry.

"Vamos, Harry. Tú puedes hacerlo. Tienes que superar esto. Muchas personas te necesitan." Le dijo en voz baja.

Se sentó junto a su cama, tomando su mano con delicadeza, y comenzó a decirle todo lo que sus amigos habían pasado, y por que tenia que vivir.

"¿Y quieres saber un secreto? Incluso el viejo gruñón de tu maestro de pociones quien odia a todos te necesita. El moriría primero antes de admitirlo, pero yo puedo verlo. No se como lo hiciste, pero has logrado que alguien le importe. Si te vas ahora, justo después de abrir esa puerta, me temo que se cerrara y nunca se abrirá de nuevo. ¿No puedes permitir que eso paso, ok?" dijo en un murmuro. "Necesitas volver a vivir para que otras personas también lo hagan. Esa es la cargas que tomas cuando alguien te ama."