Deseo de venganza.

Capítulo 7

Korekiyo: Así que estás vivo, supongo que fuiste más inteligente que nosotros.

Kokichi: Pareces bastante tranquilo.

Korekiyo: ¿Por qué estaría alterado?  Parece que estás enojado.

Ouma se quedó callado hasta que tomó una bolsa de basura que estaba en el suelo y sacó unas pinzas de herramientas, después de ello las puso en el abdomen de Korekiyo, después buscó en los bolsillo se su pantalón para encontrar la navaja sin dudarlo empezó a cortar su camisa pero sin ningún cuidado también cortó parte de su piel, incluso haciéndolo a propósito para que las cortadas fueran más profundas.

Korekiyo: ¡Aaah! ¡Duele! ¡Para!

Kokichi: Oh... ¿Ya te está doliendo? Acabamos de empezar.

Ouma miraba a Kiyo, la mirada incluso le causó temor de una horrible manera. Después de varios cortes donde Kiyo acabara cubierto con su propia sangre Ouma sonrió para después tomar las pinzas y ponerlas en un pezón de Kiyo, este negó varias veces con la cabeza innumerables veces y gritaba que no lo hiciera pero Ouma sin dudas ni un segundo le arrancó el pezón de manera bastante lenta para que le doliera más hasta que terminó por arrancarlo.

Kokichi: Qué asco, parece que ya no los necesitarás.

Arrancó el otro rápidamente, Kiyo se retorcía del dolor al ver sus pezones arrancados y no poder hacer nada, por primera vez en mucho tiempo sentía un enorme miedo y un dolor indescriptible que nunca imaginó sentir. Ouma por otra parte estaba tranquilo, después de la bolsa de papel sacó gasolina y unos cerillos.

Kokichi: Estamos solos en la parte más desolada del bosque, gritar lo que quieras.

Korekiyo: ¡Vete al infierno maldito!

Kokichi: Lo haré, pero tú irás primero.

Ouma sonrió para derramar la gasolina que la causó más dolor en las heridas a Korekiyo, pero no tardó en prender los cerillos haciendo que Kiyo terminara cubierto en llamas, Ouma se fue de ahí escuchando los gritos de dolor hasta que después hubo un silencio; Korekiyo había muerto.

Kaito: Vaya, Korekiyo faltó al trabajo.

Rantaro: Eso lo puedo esperar de ti, pero no de él, no quiero admitirlo pero me preocupa.

Kaito: Oh, vamos. Hablamos de Korekiyo, él da más miedo que tú cuando te measte.

Rantaro: Pudrete.

Saihara y Gokuhara cazaban como siempre en el bosque casa fin de semana tranquilamente, Saihara se detuvo al momento que cazó un venado.

Shuichi: Vaya, no veía una en dos años.

Gonta: ¡Oh! Es impresionante, la verdad.

Saihara se acercó a Gonta para ofrecer una botella pequeña de vodka.

Gonta: Vaya, gracias. Hace mucho que no me regalabas una desde mi cumpleaños hace ocho años.

Shuichi: Bueno, aunque no sea tu cumpleaños será tu funeral.

Gonta: ¿Q—

No alcanzó ni siquiera a responde porque Saihara le disparó rápidamente en el pecho.

Shuichi: Un cabo suelto menos si alguien pregunta sobre ese chico.