III

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Un pasado oculto sigue mis pasos

Una tormenta de tristeza invade mi ser

y el sentimiento de anhelo inunda mi alma

1822

Cada día las mismas labores, las mismas personas, los mismos lugares, él estaba más que acostumbrado a su rutinaria y aburrida vida, podía decir que sabía cómo reaccionar ante cualquier situación... O al menos eso pensaba.

Quién podría imaginarse que su vida puede cambiar por algo tan simple como cruzarse con alguien.

Y así, el joven muchacho decidió salir de su hogar en dirección al enorme establo del pequeño pueblo en el que vivía, deseando, como siempre, que su destino sea diferente alguna vez.

-¡Hasta que al fin despiertas, hombre! Llevamos bastante rato esperando a que te dignes en venir- Escuchó decir de parte de su alto y extraño compañero.

-Yah, Hyunjin, si llegaste hace menos de diez minutos-Respondió entre risas un amigo castaño mientras alistaba uno de los caballos. - Quien debería quejarse de todos es Chris, el pobre llegó hace más de una hora.-

-Eso es correcto, Jeong. No puedo creer que sigo pensando que llegarán a la hora pautada - Luego de un largo suspiro, subió a su caballo y continuó -Minho, prepara a tu caballo rápido, baja de las nubes por un momento, por favor. Hyunjin, no digas tonterías y también apúrate. Los esperamos afuera-Y así sin más salió con el menor de todos siguiéndolo.

-Wow, pues... Buenos días Min - Exclamó el chico mirando al otro con una gran sonrisa. -¿Me podrías explicar la razón de tu retraso?-

-Solo no tenía muchas ganas de venir... ¿A tí qué te pasó?- Respondió el mayor mientras preparaba a su caballo, acción que el otro imitó al instante.

-Me quedé dormido, ayer trataba de averiguar por qué las gallinas no han podido poner huevos desde hace un tiempo, supuse que se sentían solas y dormí en el gallinero a ver si con mi compañía se animaban- Minho lo miró por un momento esperando alguna señal que le confirmase si aquello era una broma por parte de Hyunjin, al notar la seriedad en su rostro solo bufó y habló.

-¿Por qué eres tan raro? Sólo apúrate- Respondió, montando la silla a su caballo lo más rápido que podía.

-¿Yo soy el raro? Tú eres el de las ideas locas, hemos estado cabalgando todas las mañanas desde hace meses por capricho tuyo ¡Y últimamente eres el que más tarde llega!- Ambos empezando a montar hacia la salida del establo siguieron con su pequeña discusión. -Además, ustedes siempre se quejan de lo "raro" que soy pero nunca han hecho nada sin que yo esté presente, así que no sé quién está peor de la cabeza, yo, el raro; o ustedes, los que no pueden hacer nada sin mi.-

-Definitivamente debo estar mal de la cabeza como para haberte soportado tanto tiempo.- Dijo en tono de burla lo que provocó una mueca de falsa indignación por parte de su amigo.

-Bien Min, ¿Cuál será el destino de hoy?- Habló el menor una vez los otros dos estuvieron fuera del lugar.

-El mismo de siempre, Innie.- Un suspiro y sin más avanzó a toda prisa hacia aquella montaña muy conocida por los cuatro chicos.

-¿Por qué? ¿Por qué siempre es el mismo lugar?~-Lloriqueó el más alto de todos para luego darse cuenta que se había quedado atrás. -Pf, al menos escuchen mis quejas- Y avanzó.

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⏰ Última actualización: Oct 27, 2022 ⏰

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