Complemented

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Josephine POV

Mis inseguridades siempre dependen de las cosas más estúpidas que pueden rodearme, desde aquel comentario de la señorita en la tienda de vestidos de graduación en mi ciudad, diciendo que elija otro color, hasta las miradas de los demás al pasar. Nunca me he considerado demasiado insegura.. digo, lo soy, pero lo normal; me atrevo a decir que todas las personas al menos nos sentimos inseguros con nosotros mismos en algún momento.

Algunos más, otros manos. Pero siempre hay inseguridades. Por eso uno debe tener todo el amor propio que pueda ser posible, para sobre llevarlas de una mejor manera, incluso eliminar algunas.

Pero, ¿por qué hablo de inseguridades? Por que ahorita mismo, soy un torbellino de ellas.

Hero está frente a mi, con su mueca de confusión bastante evidente. Que no recuerde algo que él mismo quiso hacer, me llena de inseguridades momentáneas. No porque me sienta mal porque no me haya besado, siquiera recordado; todo lo contrario, si no por su reacción.

Él fue quien quiso besarme. Yo me opuse, obviamente: estaba borracho, se podría haber mal interpretado.

Entonces, ¿Por qué me mira como si hubiese matado al presidente? Como si intentar besarme fuese lo peor del mundo; muchos chicos quieren besarme.. me gusta pensar que es así. Y ni uno pone tal mueca ni tiene aquella actitud como él, más bien se avergüenzan y después intentan no volver a buscarme.

—¿Intente besarte?— repite, ahora parado mirándome frente a frente, con una mano en su nuca.

—S-si. Te detuve a punto.

—¿Qué más hice?— comienza a caminar de un lado a otro con sus largas piernas, pero no me deja responder ya que vuelve a agregar:

—Mierda, soy un imbécil.

Ignoro las ganas de llorar. ¿Tan malo hubiese sido besarme? Al fin y al cabo tendrá que hacerlo de igual manera, dudo que pueda evitar mis labios estando grabando tal película juntos.

—Si ya terminaste de intentar vomitar por lo que pudo pasar, poder irte. No me interesa verte más; al menos fuera del trabajo.

Se voltea y puedo notar que ya no esta tan peinado como solía estar hace unos minutos. Me mira unos segundos antes de volver a sentarse.

—No estoy intentando vomitar. No seas tonta— lo miro ofendida. Insinúa miles de cosas con su actitud, y ¿yo soy la tonta?.

—¿Perdón?.

—Te perdono.

En cualquier caso diferente a este, me hubiese reído de su ocurrencia. 

—¡Eres terrible!

—¿Yo?

—Si, tú. Estas en mi habitación, me haces sentir mal y para rematar, me insultas. Déjame decirte, Hero Finnies Tiffin, que eso no es para nada el comportamiento adecuado para una visita— me cruzo de brazos orgullosa de sonar segura, sin dejar a la vista mis inseguridades.

Se ríe.

—No te he tratado mal. Y el tonta fue de cariño. Estas sacando todo de contexto.

—No, las cosas son simples y evidentes. Prácticamente saliste corriendo cuando te dije que casi me besas. ¡Yo te paré!, tú eres el que debería sentirse mal con esta situación; no yo.

Enarca una ceja, apoyando sus brazos en sus rodillas mirándome atento.

—¿Por qué te estas sintiendo mal?.