Capítulo 1

228 7 0
                                    



— Oye, Darien, —le dijo uno de sus compañeros y amigos— dice la rectora Luna que vayas a verla a su oficina.

— Oh, oh...

Dijo otro de sus amigos, Netflyte, mientras los demás también se reían.

— Parece que alguien está en problemas...

— Gracias, Net, que amable de tu parte, como siempre.

Darien, tomó camino hacia la oficina de la rectora Luna.

Mientras Malachite, Netflyte, Jedite y Ziocite se reían, él caminaba como si nada le preocupara en la vida, pero no era así, era todo lo contrario... tenía la presión de todos sobre él. Sus padres, sus amigos, y en sí la sociedad en la que vivía, le estaban exigiendo resultados, pero simplemente no podía, su condición no se lo permitía.

Frente a esa imponente puerta de madera tallada y teniendo la precaución de tocar antes de entrar, escuchó que le dijeron con voz maternal...

—Adelante.

—"¿Me mandó a llamar?"

Escribió en su tableta y acto seguido se la enseñó para que pudiera leer.

— Darien, hijo, ¿en serio? ¿no puedes hacer un esfuerzo por hablarme?

— "Lo siento, mamá" —Escribió en la tableta y luego se la mostró para después agachar la cabeza en señal de derrota y decirle...— "De verdad lo intento, pero no puedo, perdóname por favor"

— Darien, mi muchacho, —Se levantó de su silla y fue con él. Después, y poniendo ambas manos sobre sus imponentes hombros, lo miró con ternura y le dijo...— esto no puede seguir así, tu padre y yo estamos muy preocupados por ti.

Darien iba a escribir algo en la tableta para responderle, pero Luna no lo dejó, puso una mano sobre la de él y no lo dejó responderle como llevaba años haciéndolo, con palabras y a través de una tableta mágica.

— Eres el único de tu promoción que aún sigue aquí, ya deberías haberte graduado.

— "Lo sé, mamá." —Respondió otra vez con pena— "Sé que tú y papá, y Diana, y mucha gente se preocupa por mí, pero no deberían preocuparse tanto, estoy bien"

— Que no puedas hablar con una mujer directamente y que tengas que hacerlo a través de una tableta mágica, es preocupante, hijo. Esta situación ya tiene muchos años y parece que la terapia no funciona, es más, creemos que lo ha empeorado.

— "Mamá, por favor, no digas eso"

— Es cierto, lo prueba el hecho de que la única forma en la que puedes hablar con una mujer es cuando estas absolutamente ebrio, y, mi amor, eso no es una mejoría. Es por eso que tu papá y yo hemos tomado una decisión.

Darien hizo cara de terror, se temía lo peor y vaya que lo era. El pobre Darien no podía seguir huyendo de sus miedos, de sus demonios, pensaban sus padres cada vez que lo hablaban, tenía que empezar a enfrentarlos y mejor que eso, superarlos.

— Ni me hagas esa cara porque sí, es lo que estás pensando. Te vas para la tierra a hacer tu practica de apadrinamiento.

—"Pero, mamá..."

— No hay peros que valgan, incluso ya hemos escogido la chica.

— "¡¿Chica?!" —Le preguntó con verdadero horror— "No puedes estar hablando en serio, ¿verdad?" "Por favor, mamá, te lo ruego..." —Se le acercó para decirle, para suplicarle...— "No me hagas esto, por favor, por favor" "Prometo ponerle más empeño a la terapia y hacer la mejor practica de investigación, pero por favor no me mandes a la tierra a hacer practica de apadrinamiento y menos a una chica, por favor"

Mi querido padrino mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora