Capítulo 7

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Octubre 23/2021

Hola a todas y a todos los que estén por aquí leyendo, agradezco mucho a quien este por aquí y solo espero que les este gustando la historia. Si no les gusta, bueno, para gustos los colores, pueden ir y buscar otra cosa que si se acomode más a sus gustos. Pero si les gusta, les agradecería un comentario diciéndome que les gustó en especial. En fin.... De nuevo muchas gracias por leer y comentar, se los agradezco mucho 😘❤️
 

Darien y Serena ya llevaban dos meses viviendo juntos… y en ese “pequeño” periodo de tiempo, muchas cosas habían pasado…

Lo primero y lo principal fue que, y después de un día, en el que Serena llegó a su casa en compañía de sus amigas porque ellas decidieron acompañarla y no pudo avisarle a Darien, decidieron que él debía tener un teléfono, una forma de poder comunicarse cuando ella estuviera trabajando y claro, una forma que no implicara que la despidieran. Durante esa primera semana de convivencia, y como no podía comunicarse con ella, se aparecía, (literal), por arte de magia en su trabajo. Serena tenía un viejo teléfono guardado que decidió regalarle a Darien y que, él, maravillado al tener tal tecnología a su alcance, desde luego mejoró mágicamente. Manteniendo constante comunicación a través de una aplicación de mensajería, se empezaron a conocer más y más…

Darien y Serena se llevaban muy bien, se habían convertido en buenos amigos porque, entre conversación y conversación, se dieron cuenta que tenían muchas cosas en común. Su amistad y su convivencia día con día iba mejor… aunque su relación como padrino y ahijada, era un desastre. Era tanto que justo, justo ese día, Darien se había quedado sin magia. Serena era preciosa, se veía como de revista gracias a él y a todo lo que hacía por ella, pero ella seguía siendo un total y profundo fracaso en cuanto a conseguir pareja.

— “Lo que temía”

— ¿Qué, que te pasa?

— “Me quedé sin magia” “Ni modo, —exclamó mientras empezaba a buscar los guantes para lavar a loza— me toca esperar hasta la próxima semana que renuevan mi cuota; eso si es que la renuevan”

— ¡Ja! ¿viste?

Rio mientras Darien no se veía para nada animado.

— Eso te pasa por tramposo, por querer salirte de la lavada de la loza con magia.

— “Serena, esto nunca me había pasado antes, estoy preocupado”

— Chale… te pusiste muy serio. —Le dijo con preocupación— Deja, yo lo hago.

— “No, yo lo hago, tu cocinaste, lo justo es que yo lave”

— Darien, te juro que no es mi intención vivir cagándola, te lo juro.

— “Si tan solo las cosas con el tal Seiya hubieran funcionado… gracias a las citas que tuviste con él el primer mes pudimos mantener la cuota y los puntos”

— Pues sí, pero, ¿cómo íbamos a saber que jugaba para el otro equipo? No mames, no se le notaba por ninguna parte.

— “Te dije que ser pulcro y decente no eran sinónimos de ser gay” — Sonrió mientras se preparaba para empezar a lavar, mientras se ajustaba los guantes de goma— “Ojalá y eso te sirva de lección para que dejes de juzgar a las personas por las apariencias”

— Mi querido Darien… si a eso nos vamos, no soy la única que lo hace…

Darien, y mientras empezaba a lavar, le hizo cara de pregunta, de confusión. No entendía a qué se refería o a qué quería llegar con lo que acababa de decir.

— Como tú le hiciste el feo a Rei… y ni digas que no porque así fue, todas mis amigas están convencidas de que eres más loca que un timbre.

Mi querido padrino mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora