9

143 24 7
                                    

    Yohan no decía nada, lo único que cambió era su expresión de miedo a una de enfado. Yongha no quiso presionarlo, se lo esperaba así que esperó. Yohan no podía creer lo que vió, como algo que se suelen ver en las películas había sucedido frente a sus ojos. No sabía qué decir ni que hacer ahora mismo, el sólo pensar que el pequeño felino que tantas veces lo acompañó era realmente una persona, le hacía sentir dolido, traicionado, enojado y tonto. Había caído tan fácil y eso le molestaba.

   — ¿Te puedes ir de mi casa? — fue lo único que pudo decir, Yongha le miró cabizbajo y no se negó, asintió en silencio y se marchó de allí.

   El corazón de Yohan latió herido en su interior, fue a su habitación y se dejó caer sobre la cama boca arriba, observó el techo con su mente llena de pensamientos mezclados. Se sentía un estúpido por haber sido engañado, si pensaba un poco más las cosas desde que conoció a Yongha, teniendo la información que recibió hoy, todo era tan obvio. Por otro lado, consideró que confesar algo como eso debió ser difícil, transformarse en un animal no es como hablar del clima, sin embargo Yongha tuvo el valor y confianza para contárselo.

     — ¿Qué te sucede, Yohan? — se preguntó a si mismo en voz alta, — te mintió en tu propia cara y ¿empatizas con él? — se regañó. El maullido que venía de su puerta, lo distrajo y vio como el gato que creyó que era Yongddaengie, se subía a la cama y se recostaba a su lado. Yohan miró con la calma que el felino dormía, Yongha también durmió muchas veces a su lado en su forma felina y aquel pensamiento lo avergonzó. — Debería darte otro nombre, no debes vivir como alguien que no eres. — acarició al gatito oyendo su ronronear y, a pesar de que era bastante temprano, cerró sus ojos para dormir y olvidar todo un rato, ya pensaría con más calma que iba a hacer.

 — acarició al gatito oyendo su ronronear y, a pesar de que era bastante temprano, cerró sus ojos para dormir y olvidar todo un rato, ya pensaría con más calma que iba a hacer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


    6 meses después . . .



     — Hola, ¿Kim Yohan, verdad? — el pelinegro asintió, — aquí tiene su pedido, firme aquí por favor.

     Yohan hizo lo que se le pidió y, cuando estaba a punto de cerrar la puerta, vio que su gato había salido e iba hacia las escaleras. Fue tras de él, por más que le llamó el felino no le hacía caso. — ¡Tokki, espera!

    — ¿Así que este pequeño travieso, se llama Tokki? ¿Llamaste a un gato, como un conejo? — se burló una voz bastante conocida para Yohan, una que había extrañado mucho. Ambos chicos se miraron en silencio, a pesar del tiempo que había pasado sin hablarse y de como fue la última vez que estuvieron juntos, no fue uno incómodo. — Aquí tienes a tu gatito, — le entregó en sus brazos.

     — Gracias... — respondió en voz baja.

     — Yohan, yo...

     — Yongha...

     Se llamaron a la vez, riendo un poco avergonzados por eso. — Dime tú primero, — cedió Yongha.

    — Te extrañé, mucho Yongha. — confesó el chico con su mascota durmiendo en sus brazos.

   Yongha le sonrió mostrando su adorable sonrisa, — Yo también te extrañé demasiado, no quise presionarte, necesitabas tiempo, — pausó unos segundos, fijando su mirada en los ojos de Yohan — sé que es mucho lo que te voy a pedir, pero ¿podrías perdonarme? Esa última vez no pude decírtelo... sea un gato o un humano, te quiero Yohan y quiero estar a tu lado, siendo yo mismo, sin mentiras ni secretos.

   — Tal vez no debería perdonar lo que me hiciste, pero yo también te quiero Yongha, sin importar lo que seas. — y apenas terminó de decirlo, Yongha sostuvo su rostro entre sus manos y unió sus labios en un beso dulcemente ansioso, ambos habían extrañado al otro, era un contacto que anhelaban, sin embargo a Tokki no le importaba cuando su siesta había sido interrumpida y estaba siendo aplastado.

    — Uh, lo siento Tokki. — el gato le gruñó molesto.

    Yohan se rió, — ¿Quieres continuar en mi casa? — ofreció de manera coqueta.

    Yongha sonrió y recordó la vez en que él hizo la misma pregunta y fue rechazado, — ¿Por qué debería aceptar? — quiso hacerse el difícil, fingiendo seriedad.

    — ¿Es lo que hacen los novios, no? — dijo dándose la vuelta y al avanzar algunos pasos, miró hacia atrás a Yongha, — a no ser, que no quieras ser mi novio. — e hizo un puchero fingiendo estar decepcionado.

   Yongha cayó en la trampa y se apresuró a ir detrás de él, — ¡Claro que quiero serlo! — le abrazó por la espalda para no molestar a Tokki y entre risas y besitos en la mejilla ambos chicos caminaron al departamento de Yohan, para empezar juntos con un gato en su vida.







Fin

A cat in my life - 99z [WEi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora