Cap 1: Contacto

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En las fronteras de EE.UU y México se encontraban 3 personas escapando de las fuerza militar de Mexico. Egil estaba retrocediendo junto a dos superiores; Parer y Repar, los cuales eran hermanos. El enemigo era superior en número y en armamento, pero para la suerte de Egil y sus superiores, los mexicanos se dieron cuenta muy tarde de que su rehén había escapado

Egil: ¡no podemos correr para siempre!

Parer: ¡calla y corre, no gastes aliento!

¿Cómo llegaron a esa situación?, Repar había sido capturado, torturado y desorientado. El nunca hablo, nunca dijo nada, aunque le quitaran la piel con un pelapapas, no dijo nada.

Enemigo: entonces no necesitaras esto

El enemigo le abrió la boca y le corto la lengua. Repar ya no quería vivir, en su mente se disculpaba con su hermano por todo lo que le hizo en la niñez y le agradeció por ser su hermano. Horas después, Egil y Parer lograron rescatarlo, por eso estaban corriendo. Repar solo pensaba en correr, pero él y sus amigos sabían que no podrían escapar si esto seguía así, así que grito con todas sus fuerzas, dio media vuelta y empezó a disparar con su metralleta

Parer: ¡Repar! ¿!Qué carajos haces!? ¡Tenemos que irnos!

Parer quería seguir gritando a su hermano, pero se detuvo al verle su espalda, sus músculos estaban expuestos junto a su columna vertebral. Repar hacia señas con su mano, para que Egil y Parer se retiren... este último entendió todo, no importa si logran escapar, Repar no sobreviviría así que por eso decidió darles un poco más de tiempo. Repar frunció el ceño, se disculpó por dejarlo aquí y con un profundo dolor en su pecho, se fue.

Egil y Parer lograron esconderse en una cueva oscura, casi no se podía ver y el lugar era estrecho, apenas podían entrar ellos.

Egil: *respiración agitada* lamento lo que paso... lo que le pa-paso a tu hermano

Parer: no- no te preocupes *respira hondo* no fue tu culpa, hizo lo que debería hacer

Egil y Parer se adentraron más y más, pues escuchaban al enemigo acercándose. Parer iba por delante, Egil de vez en cuando miraba detrás por si el enemigo también se adentraba a la cueva. Cuanto más se adentraban, más fisuras notaban en el suelo y paredes.

Egil: el suelo a estado templando por cada paso que damos

Parer: el suelo esta hueco... si no tenemos cuidado, el suelo se romperá y quien sabe cuántos metros son de caída

En ese momento, una explosión ocurrió en la superficie, haciendo que la cueva empezara a colapsar y junto a ello el piso empezó a romperse, haciendo que Egil y Parer caigan.

Egil empieza a levantarse, mientras que se pregunta cuánto tiempo quedo inconsciente. Parer estaba a un lado, sentado y apoyando su espalda en una estalagmita.

Parer: tuvimos surte de no haber sido atravesados por estas piedras

Egil: ¿de dónde sacaste esa linterna?

Parer: ten cuidado donde tocas *apunta con la linterna a sus pies*

Egil bajo la mirada y se quedó frio en el momento, era algo que nunca vio, una criatura que solo lo escuchaba en historias de sus padres y abuelos, una criatura que veía en videos pero que nunca creyó.

Egil: señor... ¿esto es real?

Parer: te cansaras si te quedas ahí, siéntate. Te contare una historia. Hace años estaba en la misma situación, estábamos en una guerra... contra un solo hombre, no, contra una sola criatura. Con más de 2 metros, fuerza abrumadora y tecnología que no era de este mundo... acabo con mis soldados... yo también iba a ser casado por esa cosa... hasta que de la nada otros seres aparecieron como ratas, el ser que estaba frente a mi dio media vuelta y empezó a luchar contra esas cosas salidas del infierno

Egil: espere... ¿quiere decir que todos esos relatos que escuche en mi vida... son verdad?

Parer: así es, los científicos lo llaman Xenomorfos, y la criatura que acabo con mi gente se le conoce como depredador

Egil: *traga saliva* ¿depredador? ¿Entonces esa cosa mataba para sobrevivir?

Parer: *ríe* lo siento, no no, para nada, el depredador rastrea y mata a cualquiera que lo tenga en la mira, lo raro de todo es que no mato a una mujer... la chica tenia tanto miedo que dejo su arma y le empezó a pedir disculpas... el depredador la dejo ir.

Egil: entonces... es más como un cazador

Parer: así es, pero depredador suena mejor ¿verdad? *ríe* bueno, ese depredador no estaba solo, dos más aparecieron y empezaron a masacrar a todos esos Aliens... en ese momento entendí que... no importaba quien de ellos ganaba, nosotros perderíamos.

Egil: ¿Cómo lograste escapar de ahí?

Parer: aproveche el momento, tire mis armas para que los depredadores no me persigan y fui corriendo a la base. Nadie me creyó, pero el alto mando si... esos desgraciados sabían a lo que nos enfrentábamos, ellos nos mandaron a ese infierno *suspira* supongo que te haces una idea de lo que paso después, me mandaron otra vez a ese lugar, pero los depredadores ya estaban en nuestra base y masacraron a todos menos a mi... ya que no portaba armas ni nada.

Egil: ¿entonces esto que está a mi lado es un Xenomorfo?

Parer: así es, aunque no sabemos nada de ellos... lo único que sabemos es que su sangre es acida. Esa información es reciente *se para* creo que ya descansamos suficiente, toma *le entrega una linterna* encontremos una salida

Egil: "¿acida?"... ¿A dónde iremos?

Parer: con suerte, a la superficie

Egil siguió a Parer, pero todo esto no le gustaba ¿Por qué había un Xenomorfo muerto? ¿Qué fue esa explosión que sacudió toda la cueva?, mientras más caminaban, más húmedo se sentía el aire, y más pesado era.

Parer: varios pasadizos... si te soy sincero, no sé por dónde ir.

Egil: espere, escuche algo

Parer se aferró a su metralleta y empezó a apuntar mientras que alumbraba, Egil hacia lo mismo. Un chillido se escuchaba a los lejos, junto a unas cuantas explosiones, Egil y Parer decidieron tomas uno de los caminos y al adentrarse más tuvieron que acabar con unos cuantos Xenomorfos. Egil a diferencia de Parer, estaba asustado y temblando, pero es un soldado, tendría que acostumbrarse, y eso hizo con la ayuda de Parer

Egil: "es cierto, no estoy solo en esto, él tiene experiencia"

Tuvieron que tomar otras rutas, su munición escaseaba y pocas granadas les quedaban, seguían corriendo, hasta que lograron ver una luz al final del pasadizo que tomaron... pero esa luz también avanzaba a una velocidad sorprendente

Egil el cazadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora